La regulación para influencers exige ingresos anuales de 300.000 euros, un millón de seguidores en una app de vídeos o dos millones en todas las aplicaciones, y al menos 24 vídeos al año
El mundo de los influencers ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, convirtiéndose en figuras influyentes en la sociedad. Sin embargo, este fenómeno ha planteado desafíos regulatorios que, en opinión del Gobierno, requieren atención.
En respuesta a esta necesidad, el Gobierno ha aprobado una regulación destinada a los influencers, reconociendo su importancia en el ámbito audiovisual y buscando homologarlos con otros actores del sector.
Para definir quién entra en la categoría de influencer, se han establecido criterios específicos. Según la nueva regulación, un individuo debe cumplir con tres requisitos clave: tener ingresos anuales de al menos 300.000 euros, contar con un millón o más de seguidores en una aplicación de vídeos o dos millones en todas las aplicaciones, y publicar al menos 24 vídeos al año.
Aquellos que cumplen con los criterios definidos deberán asumir ciertas obligaciones, especialmente relacionadas con la protección de los menores. Esto incluye etiquetar los contenidos según la edad y solicitar identificación para el acceso a ciertos materiales, asegurando así "un entorno seguro y adecuado para los más jóvenes".
Los influencers tendrán la responsabilidad de etiquetar de manera explícita el contenido publicitario, garantizando transparencia hacia sus seguidores. Además, se prohíbe la publicidad de tabaco, alcohol o medicamentos, conforme a la regulación del sector audiovisual, promoviendo así prácticas publicitarias responsables.
Además, se prohíbe la publicidad relacionada con juegos de azar y apuestas cuando sea emitida en programas dirigidos a una audiencia menor de edad.
El Gobierno establecerá un Registro Estatal de Prestadores Audiovisuales, al cual los influencers deberán inscribirse en un plazo de dos meses. Esto permitirá un seguimiento y una regulación más efectiva de sus actividades, asegurando el cumplimiento de las obligaciones establecidas y promoviendo prácticas éticas en el ámbito audiovisual.
Según el ministro Escrivá, la normativa "ofrecerá mayor protección para los consumidores, especialmente para los menores", siendo beneficioso para todos los usuarios. La regulación busca garantizar "un entorno más seguro y transparente" en el cual los usuarios puedan confiar en la información y los productos promocionados por los influencers.
La nueva regulación, que afecta a los influencers o "usuarios de especial relevancia", establece criterios como ingresos mínimos, número de seguidores y cantidad de contenido publicado al año. Sin embargo, esta ley no solo impacta a los influencers, sino que se enmarca dentro de la Ley General de Comunicación Audiovisual aprobada en 2022, la cual también regula la actividad de televisiones y radios.