David "TheGrefg" Cánovas
Youtuber / Streamer
La relación entre ambos streamers no es la mejor desde hace varios años y, de vez en cuando, se divierten lanzándose dardos en directos o podcasts.
La relación personal entre TheGrefg y Willyrex parece que no se va arreglar nunca. Hay streamers o creadores de contenido que no pueden ni verse, y aunque quizá ninguno de ellos entren en este grupo, tampoco es intenten solucionar sus diferencias. Quedaron en que cada uno iría por su lado.
A pesar de ello, de vez en cuando se divierten tirándose pullitas desde sus respectivos sillones. Ya sea en directo o en podcast, ninguno de ellos se queda callado cuando le preguntan por el otro. O cuando algo sucede.
Willy está siendo objeto de una funada por distintos motivos. Aquella época de los NFT le sigue generando comentarios muy negativos. En este sentido, y salvo su dedicación a los podcast de criptos o emprendimiento, no ha vuelto a hablar demasiado sobre esta tecnología, pero le caído la ira de otro polémico creador que también juega con las criptomonedas.
Peor ha sentado en algunos sectores la visita de Willyrex a la capital de España para asistir a un discurso del presidente argentino Javier Milei. Grefg ha entrado en todos los temas. No se frotaba las manos físicamente, pero se le veía disfrutar.
"Willyrex mola mucho: me ha recordado a mí en mi prime de funadas", comenta. "Sin hacer nada se ha hecho superviral lo de 'qué juego hizo Willyrex'. También se ha hecho superviral sin hacer absolutamente nada que fue a ver el discurso de Milei en Madrid y hay tuits con 10 millones de impresiones".
"Sin hacer nada, estaba en el discurso de Milei en España así [Grefg hace un gesto de asentir con la cabeza con los ojos bien abiertos]", explica. "Es la única vez que se le han visto los ojos, que dices que está realmente atento".
"Al final cada uno es libre de hacer lo que quiere", termina Grefg su aportación a la funada de Willyrex. Durante el directo del murciano se podía ver en los monitores de su setup una imagen repetida de Willy con una mítica pregunta que le relaciona a ambos: "¿sigo?".