Una tarde, dos torneos
El gran torneo de golf virtual organizado por Fargan y Willyrex nos roba por un día a muchos streamers, y un par más se fueron a buscar su victoria en otro tipo de competición.
Hace un par de años estuvo muy de moda un juego llamado Golf It, cuya premisa no hace falta explicar. Al poco tiempo perdió fuelle y ya no despertaba tanto interés, pero hubo un par de golfos… digo… de grandes golfistas que siguieron jugando y subiendo vídeos a diario. Así que han decidido organizar un torneo pero sin participar ellos mismos porque sería demasiado injusto para los más novatos (aprended, Squid Games). Pero no fue la única competición que tuvimos ayer.
Ibai
La dificultad de los mapas elegidos para el torneo es algo que no se podía controlar, cada participante tiene un nivel de práctica diferente. Pero lo que sí podían haber hecho los organizadores es descartar los que tuvieran “hoyos trol”. Para los espectadores es muy divertido, Ibai no lo disfrutó tanto.
Rivers
Sin embargo Golf It aprieta pero no ahoga, y por cada troleo hay una meta oculta. Cuando la encuentras tienes dos opciones: callarte para no dar facilidades a tus rivales o ser buena onda como Rivers y gritarlo a los cuatro vientos, aunque eso te perjudique y además te lluevan improperios de los otros jugadores que lo sabían.
Rubius
Pero cuando eres una leyenda del gaming como Rubius ni los troleos ni la suerte influyen en tu resultado. Vas tan sobrado que, incluso si el último hoyo se te atraganta y te vas a todos los golpes, acabas el mapa en primera posición. Hasta puedes darte el lujo de dar consejos a tus rivales y quedar como un rey.
Xokas
Un rey como el que se comió Xokas, con ayuda del Rey enigma, para llevarse al menos una victoria en el torneo Chess Clash. Luego maestro y aprendiz intercambiaron sus roles y le tocó al gallego guiar al misterioso hombre de atuendo ajedrezado en las partidas de Clash Royale.
Illojuan
En vez de competir, Illojuan prefirió colaborar con Guille y Andrés para ponerle punto y final a la aventura de Raft (que ya iba siendo hora, que sus tres náufragos llevan más de cuatro meses a la deriva). Antes de coger los remos nos enseñó uno de esos regalos que las compañías mandan a los creadores de contenido y que nos ponen los dientes largos. La gente le propuso que lo sortease y el de Fuengirola se lo pensó… durante dos milésimas de segundo antes de negarse de forma un pelín obscena.
