Más problemas para Twitch: su CEO dimite tras 16 años

Twitch se ha convertido en una de las webs preferidas del público joven en internet, que no duda en dejar de lado los soportes tradicionales para ver a sus streamers cada tarde hacer todo tipo de actividades. La plataforma, en cualquier caso, lleva un par de años complicados por múltiples decisiones que no han sentado bien a la audiencia ni a los creadores.

De hecho, hace solo unas semanas hablábamos de que la audiencia de Twitch ha caído en casi un 10 % en los últimos 12 meses. Las explicaciones son varias: la pandemia quedó atrás a lo largo de 2022 y también se emitieron muchas menos horas —un 9,8%—, por lo que también podría indicar cierto descontento a los streamers.

Ahora a Twitch se le abre un nuevo frente. Su CEO, Emmet Shear, se ha despedido con una carta en la que repasa sus 16 años en la compañía. Mucho ha cambiado desde entonces: a Justin.tv se le sumó Twitch y finalmente fue esta la que se llevó la atención, especialmente tras la compra por parte de Amazon.

Shear ha anunciado que dimite como CEO para centrarse totalmente en su hijo recién nacido, aunque ha confirmado que no se desvincula completamente de la compañía, sino que seguirá vinculado a ella en el rol de consejero o asesor.

"Nunca he tenido más confianza en la dirección de Twitch, toda nuestra gente y nuestro producto que la que tengo hoy. Durante muchos años pensaba que Twitch podría morir si no estaba yo para guiarlo, pero ya no siento lo mismo", explica como motivos que le han impulsado a tomar esta decisión.

Aunque se ha acordado principalmente de sus compañeros, también ha tenido un hueco para los streamers, a quien ha querido agradecerles haber confiado desde el principio en ellos. "Sé que resulta difícil de creer, pero ayudaros a tantos como podemos es el objetivo número 1 de Twitch y siempre lo ha sido", promete.

Si bien la despedida de Emmett Shear ha sido en muy buenos términos, parece poco probable que una carta oficial refleje otra cosa. Ahora Twitch tendrá que encontrar la persona adecuada para estar al frente de la compañía, algo que, inevitablemente, generará más incertidumbre en un momento un tanto convulso.