El videojuego basado en la franquicia Harry Potter ha resultado ser un éxito absoluto, aunque los desarrolladores no han visto con buenos ojos a los que hacer perrerías a los gatos en el juego.
Hogwarts Legacy es, por el momento, el éxito del año. La gran mayoría de crítica y público ha resaltado las cualidades del juego, sobre todo aquellos que son fans de la obra basada de Harry Potter.
Nos situamos en la piel de un mago novato, pero lo suficientemente mayor para comenzar el año en el quinto curso de Hogwarts. La situación es excepcional por las habilidades en la magia de nuestro protagonista, al que podemos llamar y crear tal y como queramos en el buen editor inicial.
La historia ha tenido éxito por varios motivos. Uno de ellos por no estar encorsetada en la época más conocida de la franquicia, con Harry Potter en plena facultades, por lo que los desarrolladores han tenido total libertad para crear su mundo como han querido.
De hecho, incluso después de haber llegado el juego a las tiendas, Avalanche —los desarrolladores— tuvo que ver cómo algunos jugadores hacían perrerías a los gatos presentes en el juego. Por ello, se han tomado la libertad de diseñar magia para estos animales y así contrarrestar los ataques humanos.
Tristemente, la magia gatuna no ha llegado a la versión final. Aunque algunos jugadores les encantaría ver cómo responden a los ataques. Porque ocurre tal cual. Esta broma interna, muy divertida, muestra el ataque de un mago humano a un gato y la respuesta del mismo: un brutal adava kedavra que deja al mago fuera de juego.
A buen seguro, nos hubiéramos divertido viendo las reacciones de los jugadores. No faltarían vídeos de ello en Twitch, ni en YouTube ni en TikTok. De eso estaríamos seguros. Perder la vida en un juego por fastidiar a un gato es karma instantáneo.
Veremos el recorrido final de Hogwarts Legacy durante todo el año. Faltan muchos títulos por salir, pero en las quinielas de los mejores juegos del año ya ha entrado con todo merecimiento.