Justin Wong es tan popular en la escena competitiva de Street Fighter que es de los pocos que no necesita un nick. En lo más alto de los deportes electrónicos de lucha desde hace décadas, ostenta el mayor palmarés de campeonatos Evo, los más respetados del circuito regular. Y desde enero, es un agente libre por decisión propia.
Según aclara en un extenso artículo en The Esports Observer, desde que abandonó Echo Fox ha tenido ofertas de varios clubes para formar parte de sus divisiones de fighting, pero su intención es otra: hablar directamente con patrocinadores en vez de con directores de equipos. "Tengo buena relación con muchas compañías porque quieren mandarme cosas", explica. Aprovechando ese interés por su parte, intentó averiguar cómo de lejos podía llevar su relación con ellos. "Les propongo colaborar comercialmente".
Los acuerdos de colaboración con marcas tienen unas estipulaciones muy sencillas. Lo más normal es que se requiera al jugador que publique un número determinado de posts en sus redes sociales y que incluya menciones a sus productos. Las negociaciones son habituales entre clubes y compañías, pero a estas últimas les supone mucho más barato apoyar a un solo individuo que a un equipo, excluyendo los casos de celebridades mundiales como Tfue o Ninja.
Los clubes suelen obligar a los patrocinadores a firmar tratos de larga duración, porque su presencia en material promocional les condiciona en términos de imagen. Un jugador destacado, sin embargo, es más capaz de administrar acuerdos puntuales con un impacto menor pero más localizado. Sin ir más lejos, Wong ha conseguido patrocinios de Okamoto Kitchen y Arcade 1up, empresas de restauración y recreativas domésticas de Los Ángeles que difícilmente hubieran podido permitirse figurar en la camiseta de un club. El jugador también cuenta con el apoyo de compañías más afines, como Elgato, ASUS ROG y Victrix Pro.
A nivel internacional hay muy pocos ejemplos de profesionales de los esports capaces de generar el interés suficiente para conseguir una fuente de ingresos estable sin el respaldo de un equipo. Curiosamente, uno de los ejemplos más recientes es el de un gran rival de Justin: Hajime 'Tokido' Taniguchi. El japonés ha sido capaz por sí solo de conseguir un contrato con Sony Music Entertainment y Rohto Z, un colirio diseñado para gamers.
Es muy pronto para ver en estos casos una tendencia dentro de los esports, aunque sin pioneros que se atrevan a probar nunca se encontrarían fórmulas alternativas. La naturaleza solitaria de los profesionales de Street Fighter les convierte en luchadores a los que que, como a Ryu o Ken, no les importa descubrir nuevos caminos.