Por poco que te guste el Street Fighter, seguro que has oído la historia de cómo cambian los nombres de los personajes en diferentes territorios. Mientras que en occidente Balrog, Vega y M. Bison son el boxeador, el torero y el dictador respectivamente, en Japón M. Bison es el púgil norteamericano. Dado que el juego se lanzó en 1991 y la multitud de guiños que tiene en su diseño, no hace falta ser un genio para deducir que se trata de un homenaje a Mike Tyson.
La llegada de Street Fighter II a Europa y Estados Unidos tuvo como consecuencia este cambio de nombres, para evitar cualquier demanda por parte del boxeador. De hecho, en España alguien dio por hecho que la M. era de "Mister", quizá el mismo genio que pensó que la "E." de Honda significaba Emilio.
El caso es que los cabezazos, codazos y demás movimientos antirreglamentarios que reparte Balrog se consideraron en Capcom USA susceptibles de recibir una demanda, y cambiando el nombre solucionaban el supuesto dilema. En mitad de la polémica con el mordisco a Evander Holyfield, no parecía un buen momento para tocarle las narices a Tyson.
Lo más sorprendente es que el campeón de los pesos pesados no se había enterado que existía un personaje basado en él, descubriéndolo 28 años después en una entrevista para ESPN la semana pasada. "Dios mío, ¡pero si soy yo!", exclama el púgil visiblemente impresionado. El presentador le explica la misma historia que resumimos en los párrafos anteriores, y le pregunta su opinión. "Estoy honrado", confiesa entonces.
En la misma entrevista, Tyson se echa una partida de Mario Kart y repasa otros videojuegos que marcaron su carrera, como el Punch Out. Pero no deja de llamar la atención que no conociera la historia de Street Fighter II, una de las más recurrentes en los juegos de lucha. Aunque si te paras a ver por qué derroteros andaba su carrera en aquella época, todo cobra cierto sentido.