Ya es un clásico en cada torneo o liga que jugamos el que nos pregunten al comienzo sobre el modelo de competición. Da igual que sea a eliminatorias o fase regular, siempre es el mismo requerimiento: ¿Qué pensamos del formato? En el caso de la SLO, la conversación gira en torno al Bo2 y la aceptación tiene entre los profesionales. Sin ser nuestra sistema preferido, es necesario reconocer sus virtudes, así como sus inconvenientes.
Desde mi punto de vista, el Bo2 imita de manera errónea el sistema del fútbol que pretende premiar la victoria frente al empate. El problema es que en League of Legends, las partidas no guardan relación unas con otras por lo que no conceptos como aguantar el resultado o salir a defenderse no son aplicables. Es decir, el hecho de haber ganado una partida no significa que se vaya a ganar la segunda. Otro aspecto a destacar es la incidencia que tiene el hecho de que una victoria signifique tres empates. Cuando todo ocurre en siete jornadas, esta propuesta de puntuación penaliza muchísimo a equipos que pueden estar compitiendo bien. Pongamos por caso que se empatan tres encuentros seguidos. Esto significa sacar algo frente a tres rivales distintos, lo cual es meritorio. Sin embargo, ganando a uno solo de ellos se conseguirían los mismos puntos lo cual es un tanto paradójico. La solución, quizás, podría ser dar un punto por mapa ganado. A mí modo de ver, sería más justo.
Otro tema a tener en cuenta es la preparación, tanto estratégica como mental. Respecto al primer aspecto, en un Bo2 se lleva todo muy preparado antes del partido, apenas hay tiempo para la adaptación. Da igual ver lo que ha hecho el contrario desde el lado que le haya tocado jugar. Todo será diferente en la siguiente partida. Esto no pasa cuando nos vamos a mejores de tres o cinco. Aquí ya hay una información relevante que uno puede utilizar para modificar cosas a partir del tercer mapa. Es decir, en la SLO hay menos margen a la hora de cambiar el devenir de un duelo. Atendiendo a la dimensión psicológica, el jugador no se ve tan afectado cuando empieza perdiendo, ya que sabe que al cambio de lado todo empezará de nuevo y será completamente distinto, siendo consciente de que haber cedido la primera manga no implica que no se pueda revertir la situación en la continuación.
En definitiva, el Bo2 no es algo que sea lo mejor del mundo pero es, indudablemente, mejor que el Bo1.