Tras poner el punto y final a Gamergy me gustaría hacer un repaso general de todo lo ocurrido anteriormente, durante y posteriormente sobre mi equipo, Baskonia.
Primero quiero alabar el trabajo realizado por mis jugadores previamente a Gamergy. Entrenamos mucho y con la cabeza muy centrada en el objetivo, ganar esos 'play-offs'. Aún recuerdo el día que no pudimos jugar la partida contra G2 Vodafone, fue un palo para nosotros porque queríamos y sabíamos que podíamos terminar la temporada invictos y por problemas técnicos, se nos dio esa derrota. Aun así el equipo lo asimiló bien y trabajó muy duro a diario para mostrar el mejor nivel posible en este presencial.
La rutina que llevamos era la misma que durante la temporada pero más seria, y buscando ya el máximo nivel y el mínimo de error nuestro en las partidas. Despertar, entrenar en el gimnasio, comer, e ir a la casa para entrenar de 6 a 7 horas de 'scrims'. Si alguna se cancelaba, aprovechábamos para mirar repeticiones coreanas y analizar el 'metagame' de dicha región y de Europa.
A pocos días de Gamergy, el equipo estaba a un nivel envidiable. Uno de los puntos débiles del equipo era jugar cuando íbamos por detrás, pero aprendimos entre todos a cómo remontar una partida con calma y cabeza. Durante varios días, no cedíamos un solo mapa en los entrenamientos.
Llegado Gamergy, a varios jugadores les empezó a llegar el miedo del 'stage'. Ese 'maleficio' del que tantos hablan, y que ha sido creado por los medios más que por el equipo. Ellos nunca habían preparado un evento tanto como esta Gamergy. Por cambios o diferentes problemas, siempre habían llegado con una preparación mala a dichos eventos, y ese, era el verdadero problema.
Planteamos buenas partidas contra el Valencia, pidiendo siempre el lado rojo para poder contrarrestar sus picks. Nuestro contrincante tenia jugadores individualmente muy buenos, pero les faltaba decisión a mitad de partida. Aun así, no quisimos sacar todas nuestras armas, reservándonos varias composiciones de cara a la final.
Tras el 3 a 0 contra ellos, los jugadores se sintieron muy aliviados de poder ganar en un evento presencial; pero yo, sólo tenía en mente analizar a KIYF. Sus partidas contra PGM fueron bestiales. Carbono sacando su mejor versión y Xico siendo muy dominante en la calle central. A pesar de ello, les vi carentes de buenas decisiones durante los tres mapas.
Ese domingo, cuando tuve que analizar sus partidas, vi unos patrones que repetía continuamente el jungla de KIYF. Tras estudiar sus tres mapas y plantear nuestras partidas, me sentí confiado de cara a la final.
Creo que en gran parte, las tres partidas se vieron muy decantadas por la selección de campeones. Cuando abandoné el escenario en cualquiera de esas partidas, el equipo estaba muy confiado teniendo una composición superior en el 'metagame' actual a la del rival. Aun en esa tercera partida que mucha gente pensó que KIYF podría ganarla, teniendo una composición como la suya (dominante en el principio de la partida) en comparación con la nuestra (más poderosa en mitad y final de la partida), me sentí tranquilo al escuchar a los jugadores que sabían lo que tenían que hacer a cada momento.
Este fue el primer evento que mi padre y mi hermano venían a verme. Mi padre siempre me dice cuán de nervioso está en casa cuando ve nuestras partidas, pero afirmó que en esta final estuvo muy tranquilo al ver lo bien que estaba jugando el equipo.
Tras la victoria por 3 a 0 contra KIYF, nos convertimos en los primeros campeones de la Superliga Orange. Sólo me queda agradecer tanto a mis jugadores, como a nuestros patrocinadores (Mars Gaming y ThunderX3), como al propio Baskonia y a toda su afición, por el apoyo que nos han dado en este largo, duro, pero satisfactorio camino hasta la cima.
Gracias.