Cualquier usuario medio de la plataforma de 'stream' Twitch conoce la existencia de los bots y en qué consiste su utilización. Un bot, en resumidas cuentas, es un usuario que no existe, pero que contribuye a la cifra de espectadores.
No son pocos los 'streamers' que intentan aprovecharse de esta herramienta ilegal para crecer: compran paquetes de bots y los utilizan poco a poco en su canal. Al tener más espectadores, van ganando en relevancia dentro de la plataforma y atrayendo a espectadores reales.
Mientras la audiencia real y la inexistente se van fundiendo en una, empiezan a ganar dinero por suscriptores y a formar su propia comunidad, momento que aprovechan para abandonar a los bots, con el beneficio ya conseguido de manera nada lícita y moral.
Pillados
Hace poco, uno de estos creadores de bots fue descubierto y flagrantemente denunciado por Amazon, llevándolo a los juicios. Un tribunal de California ha dictado sentencia, y la plataforma Twitch recibirá una indemnización de 1,37 millones de dólares.
Esta no es la primera denuncia de la plataforma de streaming, que en 2016 interpuso hasta seis más. El vicepresidente de la compañía, Matthew DiPietro, ha comentado que "explotados por una pequeña minoría, estos servicios han creado un problema muy real que tiene efectos dañinos en toda nuestra comunidad”.