SK Telecom T1 ha vivido una temporada completamente atípica para uno de los mejores equipos del mundo de League of Legends. Para poner un poco en contexto, el conjunto coreano venía de perder la final de los Worlds contra Samsung, actual KSV, de forma estrepitosa por un 3-0.
Desde la organización eran conscientes de que necesitaban cambios importantes y que había que renovar el equipo. Peanut y Huni fueron los sacrificados y eso dejó varios puestos libres para nuevos jugadores que pudieran darle una vuelta a la situación.
Sin embargo, lo que terminó llegando no fue lo esperado. Thal, Effort y Blossom (Pirean no ha llegado a jugar) no le han dado el lavado de cara que se esperaba. Esto provocó que SKT comenzara con una racha desoladora de 5 derrotas consecutivas, llegando a perder contra equipos como MVP.
A pesar de esto, un disputado encuentro contra BBQ le devolvió la esperanza al equipo coreano. Habían conseguido romper la mala racha y jugadores como Faker se mostraron muy confiados en lograr superar la situación.
Después llegó una buena época para SKT. Consiguió encadenar una serie de victorias consecutivas que le otorgaron el derecho a soñar con meterse en la pelea por estar en los puestos altos antes de acabar la temporada regular.
El partido ante KSV será decisivo
Pero como dice el título, este año el equipo coreano está viviendo una montaña rusa. Una inesperada derrota contra Afreeca Freecs volvió a encender todas las alarmas.
Tantos altibajos han dejado a SKT en una situación comprometida de cara a conseguir la clasificación para los playoffs. Después de la derrota contra BBQ la situación para el equipo de Faker y compañía es muy complicada.
Ahora les queda KSV, Kongdoo y MVP. Necesitan tres victorias en los tres partidos para tener alguna opción de estar en la esperada cita. Todavía no está todo perdido, pero lo cierto es que la situación es límite, SKT no depende de si mismo para estar en las eliminatorias. Las alarmas están encendidas.