Corea del Sur es el país de Starcraft, y siempre que la escena competitiva del título de Blizzard nos permite ver a Occidente frente a Oriente nos damos cuenta de la gigantesca diferencia entre ambas regiones. Nos llevan años de ventaja, los deportes electrónicos tal y como los conocemos nacieron a partir de este videojuego en Corea, donde fue considerado como el deporte rey y cada vez que pueden se encargan de enseñarnos su insultante superioridad.
No debería extrañar que el primer acercamiento de los esports a los Juegos Olímpicos se realice en Corea del Sur y con Starcraft de por medio.
Las World Championship Series (WCS) Global Finals de 2017 se disputaron en la BlizzCon de Anaheim, y contó con 16 participantes: el campeón de la IEM, siete jugadores de la WCS Korea, y ocho occidentales del WCS Circuit.
De los ocho clasificados en la fase de grupos, seis eran coreanos, con el mexicano SpeCial y el polaco Elazer salvando el honor occidental. Uno de los favoritos, el estadounidense Neeb, tuvo la mala fortuna de coincidir en el grupo con soO y Rogue, los dos finalistas.
En eliminatorias se cruzaron SpeCial y Elazer, permitiéndonos disfrutar en la BlizzCon de un partido de cuartos de final entre jugadores occidentales. Vencería el mexicano por 3 a 1, pero en semifinales sería aplastado por soO.
El resto de los cruces fueron completamente entre rivales de la WCS Korea, con el campeón Rogue sufriendo y sudando en cada eliminatoria hasta llegar a la final ante soO en un duelo de Zergs.
El año de las sorpresas terminó con Rogue venciendo en la BlizzCon. Un veterano que hasta la pasada IEM de Shanghai no había ganado ningún torneo de importancia, se hace con los 280.000 dólares del primer premio tras vencer al favorito soO remontándole un 2-1 en una final al mejor de siete que terminó 4-2 y coronó a Rogue como el mejor jugador de Starcraft 2 del planeta.
Además del torneo, Blizzard anunció en la BlizzCon que Starcraft 2 pasará a ser gratuito a partir del 14 de noviembre. El clásico de estrategia en tiempo real todavía tiene mucho que decir.