El malagueño empezó a jugar a Silent Hill 4, el último que le falta de la saga, con la idea de pasarlo bien aunque en algunos aspectos haya envejecido regular.
Si ayer me referí a Ubisoft como una empresa con un pasado magnífico pero un presente mejorable, hoy toca llevar este concepto un poco más allá. Porque vamos a hablar de Konami.
La desarrolladora nipona, al igual que la francesa, tiene en su haber algunas de las sagas más laureadas e influyentes de la historia de los videojuegos. Silent Hill, por ejemplo, llevó los survival horror un paso más allá, aprovechando las limitaciones técnicas de la época para crear una atmósfera tremendamente opresiva con su famosa niebla.
El primer Metal Gear Solid revolucionó la industria del videojuego y sentó las bases para que fuese un medio más cinematográfico, con tramas profundas y escenas memorables. Y qué decir de Castlevania, que junto a Metroid ha dado nombre nada más y nada menos que a todo un género.
Sin embargo, como mencioné antes, estas sagas llevan varios años de capa caída y parte de la comunidad siente que no están recibiendo tanto cariño como se merecen. En la creada por Hideo Kojima, el cambio de rumbo hacia un hack & slash que vimos en Metal Gear Rising funcionó bastante bien, pero cuando lo intentaron con un juego de supervivencia cooperativo el resultado no gustó. Y si hablamos de Silent Hill Ascension, aunque no se trate de un videojuego al uso, los fans lo han visto como una mancha en el nombre que tanto aman.
Por suerte, el futuro cercano pinta bastante mejor. Konami ha escuchado a los jugadores y empieza a darles lo que quieren. De momento es sólo a base de remakes, pero por algo se empieza. Dentro de muy poco llegará el de Silent Hill 2, y más adelante (aunque todavía sin fecha exacta) tendremos en nuestras manos el de Metal Gear Solid 3.
¿Y mientras esperamos? Pues siempre está la opción de revisitar o de jugar por primera vez las joyas de la época dorada de Konami. No es fácil, porque muy pocas empresas muestran interés por la conservación del medio y hay que usar emuladores (sí, por muy demonizados que estén tienen una gran importancia para la cultura). Además, el control tosco y la calidad gráfica pueden resultar algo duros a día de hoy.
Pero ninguna de estas dificultades impide a la gente como IlloJuan disfrutar de esos títulos que han hecho historia, aunque a veces tenga que poner de su parte y ser permisivo con los defectillos fruto de su antigüedad.