El streamer acabó un poco harto de su mala suerte abriendo cajas, aunque se lo tomó con mejor talante que otros.
Con la salida del Counter-Strike 2 vuelve a estar en boca de muchos el tema de las loot boxes. También tenemos en nuestras manos el nuevo EA Sports FC, y sobres y cajas son primos hermanos, pero hay diferencias importantes.
Con las cartas del juego antes conocido como FIFA eres consciente de que es un gasto “a fondo perdido”. Compras sobres, los abres, usas los jugadores que te toquen y ya está. No esperas recuperar la inversión a menos que tu trabajo sea básicamente ese, y sabes que si das el salto a la edición del año siguiente todo lo conseguido se queda atrás. Además, siempre tienes la opción de no usar dinero de verdad sino la moneda virtual que ganas simplemente jugando.
En cambio, las cajas del juego de Valve son harina de otro costal. Por supuesto que puedes gastar tu dinero por puro coleccionismo o sensibilidad estética, buscando una skin guay para tus armas, pero siempre tienes en mente la posibilidad de vender aquellas que no te gusten para minimizar pérdidas. Un pensamiento bastante peligroso. Y todo esto sin hablar del negocio turbio que parece haber detrás.
Igual que en el tema de los sobres, los creadores de contenido son un caso aparte y no pueden ser tomados como ejemplo porque viven de ello. Por eso son de agradecer actitudes como la de sTaXx que, incluso si promociona este tipo de productos, hace un llamamiento al consumo responsable.
Pero también los streamers pueden acabar hartos de los caprichos de la diosa Fortuna. Ya lo vimos hace unos meses con Xokas, cuyo cabreo se hizo tremendamente viral.
Y ayer fue el turno de Rubius, pero no estoy seguro de que vaya a cumplir su amenaza. Tiene menos orgullo que el gallego y mucho más amor por el show.