Los dos están ahora mismo en Andorra y compartieron directo con el español durante su visita.
Ah, la capsaicina… Esa molécula, amada por muchos y odiada por otros tantos, capaz de engañar a nuestro cerebro y hacerle creer que la boca está en llamas. Que puede dar vidilla a nuestros platos o desatar un infierno desde la punta de la lengua hasta la garganta, dependiendo de su concentración y tu tolerancia.
Lo curioso es que casi siempre nos sometemos de forma voluntaria a esta experiencia, incluso cuando sabemos de antemano que la cantidad usada es abundante. ¿Y por qué? Algunas veces es simple curiosidad por conocer un nuevo tipo de gastronomía, otras queremos poner a prueba nuestra resistencia por pura cabezonería, y en ocasiones es simplemente cierto grado de masoquismo.
En el caso de los creadores de contenido se añade una motivación extra: crear contenido. Hay algo morbosamente placentero en ver “sufrir” a otra persona, y por eso en Youtube abundan los vídeos con títulos como “Me comí un Carolina Reaper” o “Probando la patata más picante del mundo” y miniaturas donde predominan los tonos rojizos.
El paso lógico era hacerlo en streaming donde no hay trampa ni cartón, y de eso también hemos tenido muchos ejemplos. El último fue ayer, con la degustación de varios snacks mexicanos por parte de Rubius. Eso sí, con una buena excusa más allá del show, ya que estaba acompañado por Roier y Missa.
El comienzo de la cata fue tranquilo, comiendo sólo un bocado de cada producto y manteniendo el picor en unos niveles aceptables. Pero entonces Roier, que no se encontraba muy bien y estaba de mero espectador, dio la clave: comer varios seguidos para que el calorcito se acumulase. Y funcionó.
Esperemos que si Rubius al final se da una vuelta por la gala de los Premios ESLAND encuentre un asiento cerca del baño, por lo que pueda pasar.