xQc: ¿El salvador de Kick? El streamer más visto le pide ayuda
Adin Ross es el número 1 de la plataforma verde y tras varias colaboraciones con xQc le ha mandado un mensaje claro de auxilio, quizá para hacer cosas todavía más grandes contra Twitch.
Aunque parezca que no, Kick sigue creciendo en el mundo del streaming y sus cifras en su mayoría se tiñen de verde y no, no es porque sea Kick, sino porque de verdad hay crecimiento en sus métricas.
Eso sí, la curva sube muy poco a poco tal y como ha mostrado StreamsCharts. Más canales activos, más media de viewers, más pico y más actividad en general... aunque menos horas vistas que en enero.
La buena noticia es que Zelika es uno de los streamers más vistos de todo febrero y es español, colocándose en el top 8 de la plataforma con un crecimiento espectacular, aunque de eso no es lo que tenemos que hablar hoy.
Resulta que Adin Ross, el streamer más visto de todo Kick, le ha pedido ayuda públicamente a xQc, el streamer con el contrato millonario que sigue haciendo lo que quiere entre plataformas y emitiendo donde le da la gana.
"Por favor xQc, vente a Miami. Te voy a construir una habitación para ti como quieras y usarla cuando te de la gana. Este almacén será también tuyo y ambos podemos manejar Kick, tomemos el control", dijo.
Todo esto viene porque xQc y Adin Ross hicieron varios streams IRL donde lo petaron en audiencia, dicho por el propio Ross confirmando que el éxito reciente de la plataforma es debido a él.
En esencia, quiere que xQc conviva con él un tiempo para hacer series, eventos y contenido por y para la plataforma para darle un empujón definitivo y competir con Twitch, algo que parece que no sucederá pues xQc ni ha contestado.
De hecho, recordemos que xQc hace lo que de la gana y aunque tenga un contrato millonario con Kick, no tiene exclusividad y sigue haciendo directos tan campante en Twitch, por lo que no se casa con nadie.
¿El futuro de Kick? Incierto; ¿La moralidad de la plataforma? En entredicho, pues sigue destacando por el gambling y el contenido adulto, por lo que pensamos que aún queda bastante para que se hable de competitividad real.