La plataforma ha decidido seguir subida a la polémica y ha cambiado de un plumazo la manera en la que los creadores pueden mostrar anuncios en su propio canal, aunque tras las quejas, deciden rectificar.
Twitch ha realizado un nuevo cambio en su política que ha sido recibido con las manos en la cabeza por los creadores de contenido. La plataforma ha decidido variar la forma en la que los streamers pueden mostrar anuncios en su propio canal, limitando por completo casi todas las opciones que tenían hasta ahora. Sin embargo, tras el revuelo causado entre los creadores, ha decidido reescribir las nuevas normas para que sean más claras.
Los creadores de contenido, al menos hasta que lleguen las reglas modificadas, tendrán que utilizar una nueva herramienta para indicar a los espectadores que van a ver contenido patrocinado. Para empezar, en la información del stream habrá que marcar una nueva casilla llamada 'Contenido de marca'. Todos aquellos afiliados y socios ya la pueden ver justo debajo de la opción 'Repetir'.
¿Qué ejemplos da Twitch de lo que es un contenido de marca? Habla de branded content, juegos patrocinados, unboxing de productos pagados y logos en el overlay del directo. Queda prohibido el contenido más evidente, como todo lo que genere odio, servicios ilegales, promoción de webs de casino o apuestas, spam, etc.
Por supuesto, tampoco se podrá anunciar armas, tabaco, pornografía o contenido sexual, algunos servicios financieros, contenido político o productos relacionados con el cannabis. El alcohol, en este caso, se podrá publicitar si se marca que el contenido está orientado a adultos.
En principio, todo parece hasta cierto punto lógico. Son productos que no suelen permitirse en la publicidad y no supone ninguna novedad. El problema se encuentra en el cambio profundo que se ha realizado a la hora de permitir cómo mostrar los anuncios en pantalla.
Los formatos permitidos son: paneles en la página del canal, productos en el fondo del stream (por ejemplo, las típicas neveras con bebidas energéticas), enlaces a páginas web con descuentos, los típicos unboxings o jugar a un videojuego patrocinado, que suelen coincidir con los lanzamientos más recientes.
En las prohibiciones viene el quiz de la cuestión y el motivo del enfado de los creadores en redes sociales. Twitch limita otro tipo de publicidad usada hasta el momento. Por ejemplo, los logos tan solo tendrán que usar un 3% del tamaño de la pantalla.
Otras de las restricciones es que no se podrá reproducir ningún tipo de vídeo comercial pregrabado, lo que impide mostrar un tráiler de cine si viene procedente de una campaña o cualquier publicidad que se suele hacer fuera del sistema de anuncios de la propia plataforma.
Los streamers tendrán también censurado la posibilidad de insertar banners en su pantalla. Da igual el tamaño del mismo. Y, además, tampoco se permiten los anuncios grabados en audio.
El revuelo ha sido tal que Twitch ha decidido recoger cable y redactar las nuevas normas de una forma más clara. Es una manera de decir que escribirán otras tras una nueva metedura de pata que ha puesto en pie de guerra a la comunidad, porque todo parecía bastante meridiano en un primer momento. El problema no era de confusión, era de asombro generalizado. Veremos cómo se queda finalmente.