No es la primera vez que le ocurre al presentador y creador del Summer Game Fest: comienza a quedar claro que no hay demasiada seguridad.
La Gamescom de Colonia continúa con fuerza y como uno de los eventos más veteranos del sector, tras la práctica desaparición del E3. Geoff Keighley lo ha incluido en su agenda del Summer Game Fest y hoy, martes 22 de agosto, celebraba su evento de presentación.
El inicio tuvo un claro protagonista: Starfield, una de los títulos más esperados de 2023. Detrás de él está Bethesda, y aunque el show comenzó con la música del videojuego en directo, algo lo interrumpió.
Nada más concluir el pianista Inon Zur su actuación, las cámaras volvían al presentador del evento cuando dos personas saltaron al escenario con una reivindicación bastante floja, aunque muchos queramos echarle el guante: jugar a la próxima entrega de Grand Theff Auto.
"Quiero jugar a GTA 6", decía uno de los espontáneos. Mientras Geoff intentaba alejarse del chaval con cara de circunstancias. La segunda persona se dedicaba a hacer gestos en el escenario, sin escuchar ni una palabra de lo que quisiera decir, aunque con una camiseta publicitando un canal de TikTok.
No es la primera vez que se cuelan personas ajenas en un evento de Keighley. En la pasada edición de The Game Awards, un joven se permitió el lujo de dar un pequeño discurso en la entrega del premio a mejor videojuego.
Todos asistieron a las incoherentes palabras de esta persona, cuyas intenciones eran las de nominar a su rabino a algún tipo de premio. El meme se hizo solo por el supuesto nombre al que hizo referencia: "Quiero nominar a este premio a mi rabino ortodoxo reformado, Bill Clinton"
Afortunadamente, todo se queda en anécdotas e incluso en chistes, pero Keighley debería empezar a pensar en la seguridad del evento. No solo por él, sino también por la de sus invitados.