El EVO tenía una cuenta pendiente con Masato 'Bonchan' Takahashi que acaba de saldar. El japonés, de 32 años, lleva cerca de una década en lo más alto de Street Fighter. En 2010 comenzaba a competir, y en 2014 alcanzaba las finales del torneo de las Vegas frente a un imparable Luffy. La Rose del francés derrotó a su Sagat, y Bonchan parecía haber llegado al cénit de su carrera.
Pero los juegos de lucha pasan menor factura a los veteranos que en el resto de los esports. Cinco años después de quedar segundo en el EVO, el torneo le daba la oportunidad de volver a brillar. En esta ocasión frente a Big Bird, un argelino que empezó a brillar precisamente en el Sonic Boom español de 2017.
El japonés, que se llevó por delante a Alfonso 'Vegapatch' Rodríguez el segundo día, llegaba por la rama de ganadores luciendo un Sagat y una Karin espectaculares. El argelino se había convertido en un experto de las remontadas, y también contaba con grandes nombres en su lista de bajas. Pero para ganar en la final tendría que vencer en 6 partidas, por tres de las que necesitan los que llegan por winners.
La final de SFV de 2019 comenzó muy fuerte para Big Bird, con un Perfect y un increíble Rashid capaz de volar de un extremo a otro de la pantalla repartiendo todo tipo de ataques. Con su rival en la esquina y llevándose el primer juego, el combate parecía suyo.
Pero los diez años de edad que les separan Bonchan se los ha pasado jugando, y sabe cómo contraatacar el estilo agresivo. Perdió un segundo juego, pero los síntomas de recuperación eran claros. Evitando caer encerrado, dio la vuelta a la tortilla con un counter-perfect, como lo bautizaron los comentaristas, y tomó las riendas de la situación llevando la lucha a la parte media del escenario.
Es el lugar ideal para meter los movimientos en EX de su Karin (no sacó a Sagat en la final), y con un poco más de espacio también supo evitar los remolinos de su rival. Los dos rivales, patrocinados por Red Bull, dieron un recital de combos mil veces practicados en sesiones de entrenamiento, pero lo que decantó la balanza fue la pillería del japonés.
Capaz de tender trampas en las distancias cortas, sus amagos de agarre expusieron en varias ocasiones a Big Bird, suficientes para provocar varios stun letales que acabaron con un global de 3-2 para Bonchan. La veteranía es sin duda un grado, pero nosotros también pensamos que el destino le debía una a Bonchan. Y desde hoy, hasta que se muera, puede decir que una vez ganó el EVO.