La experiencia de Twitch en Rotérdam ha resultado ser un punto de encuentro único, donde los streamers pueden encontrarse con su comunidad y disfrutar todos juntos.
Escribo estas líneas sentado en el escritorio de una habitación de un céntrico hotel de Róterdam. Si miro a mi derecha veo unos grandes ventanales que desde esta quinta planta me dejan una bonita imagen del Mosa, uno de los ríos más importantes del lugar. Hacia la izquierda, sin embargo, todo es distinto. Veo la puerta del baño y nada más. Contrastes.
Siempre me ha parecido importante fijarse en los detalles. Sobre todo si tienes pensado hablar de ello más adelante. Soy un desastre para muchas cosas. Sin internet todavía estaría dando vueltas por el aeropuerto de Bruselas, donde hice escala, pero se me suele dar bien observar a las personas.
Esta introducción, que puede sonar totalmente innecesaria, me sirve para poneros en contexto. He viajado a los Países Bajos, junto a mi compañero Carlos J. González, hacia mi primera TwitchCon, y aunque se han realizado diferentes actividades, he sentido mucha curiosidad por cómo reaccionan e interactúan entre sí los asistentes.
Parece todo una perogrullada, pero lo que he podido ver es que la gran mayoría se divierte. No les importa el contacto con la multitud, nadie mira por encima del hombro al resto y, lo más importante, todos se muestran tal y como son. No hay máscaras. No existen filtros. Simplemente se encuentran en un lugar tranquilo.
En la TwitchCon no se temen miradas dañinas. No se reciben insultos ni acosos. No hay que ocultar ninguna parte de uno mismo. No parece que haya odio ni dramas, y los problemas no llaman a tu puerta constantemente. Los haters no están invitados. Al menos yo no los he visto. Es más que tranquilo: es un lugar seguro.
Mañana, cuando esté viajando de vuelta, me sentaré en el avión a reflexionar. Me ha gustado la experiencia. Ver a las personas divirtiéndose sinceramente siempre alegra el alma. Pero también me deja preguntas. ¿Esta TwitchCon sería exactamente igual en otro país? ¿En el nuestro? Ojalá algún día encuentre la respuesta y sea distinta a la verdad que pienso.
Os dejo ya. Es mi última noche en la ciudad antes regresar. Admito que me gustaría estar ya en casa. Espero que el tiempo no me empañe mi primera impresión de la TwitchCon. No me gustaría tener que leer algún suceso negativo. Prefiero seguir mirando a la ventana y ver el río que girar mi cabeza para ver un triste baño.
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