La increíble cifra que se pagó por un Castlevania
Inicialmente, la unidad fue listada en eBay con un modesto precio de 27,87 dólares, pero la emoción de la subasta pronto llevó el precio a los 37.000 dólares
El mercado del coleccionismo retro de videojuegos es un mundo fascinante donde los juegos más codiciados pueden alcanzar precios astronómicos. Recientemente, una unidad de Castlevania para NES se convirtió en el centro de atención al venderse por la sorprendente cifra de 90.000 dólares en una subasta realizada en eBay. Lo que hace que esta venta sea aún más notable es que el juego se encontraba en su versión original y en perfecto estado de conservación.
Inicialmente, la unidad fue listada en eBay con un modesto precio de 27,87 dólares, pero la emoción de la subasta pronto llevó el precio a los 37.000 dólares. La subasta fue subiendo y al final se cerró en 90.000 dólares.
"La búsqueda ha terminado después de 23 años. Me resigné a no poder agregar nunca este Grial después de años de búsqueda. Pero todo salió bien esta semana cuando pude obtener esta belleza absoluta".
El ganador de la subasta tuvo la suerte de superar la puja anterior en el último momento con un modesto incremento de solo 100 dólares. Esta subasta se considera una de las más caras de un juego celebradas hasta la fecha en eBay.
No es la primera vez que un juego clásico alcanza precios estratosféricos en una subasta. En 2021, una copia del Super Mario Bros original de NES se vendió por la increíble cifra de 660.000 dólares, mientras que una copia sin abrir del Super Mario Bros 64 estableció un récord al alcanzar los 1,5 millones de dólares.
El atractivo del coleccionismo retro radica en la nostalgia y el deseo de poseer piezas únicas de la historia del videojuego. Los aficionados están dispuestos a pagar precios desorbitados por juegos que tuvieron o siempre quisieron tener cuando eran niños.
Además, la inversión en juegos retro en condiciones óptimas se considera una estrategia sólida, ya que su valor tiende a aumentar con el tiempo debido a su escasez y a la creciente demanda de coleccionistas ávidos.