Desde hace unos años es bastante frecuente ver cómo el deporte está introduciendo la psicología a su metodología de trabajo diario con el objetivo de mejorar los resultados deportivos, ayudando a los jugadores a controlar sus emociones y mejorar su inteligencia emocional.
Los deportes electrónicos han querido seguir la estela de los tradicionales y desde un punto muy temprano de su desarrollo como sector han decidido apostar por profesionales de la psicología con idéntica intención y como parte de su estrategia de profesionalización. Cada vez son más los equipos, tanto internacionales como españoles, que anuncian con orgullo el fichaje de un psicólogo deportivo.
Jaime 'Séns' Callejas, psicólogo deportivo de Movistar Riders, nos cuenta que él percibe que los niveles de ansiedad en los esports son especialmente elevados, ya que los jugadores "permanecen mucho tiempo sentados, tienen que estar muy concentrados y tomar constantemente decisiones". Incluso hay un poco de competición sobre quién impone sus decisiones en partida, asegura.
La necesidad de la psicología se da especialmente cuando están en ritmo de competición, ya que son jugadores muy competitivos y, cuando se acercan los partidos importantes, aumenta el estrés y pueden aparecer los enfados, aunque dentro de la jerga de los deportes electrónicos se habla de tilt. Este término procedente del póquer y hace referencia a un estado de confusión mental o frustración tras la toma de una decisión desfavorable que termina derivando en una conducta cada vez más agresiva. Precisamente en el control de este tilt reside buena parte del trabajo de un psicólogo de esports.
"Trabajamos el tema de la motivación como algo más grupal, más enfocado hacia el autocontrol", nos cuenta Séns. "Primero se explica a los jugadores qué está permitido mientras están en partida y qué otros aspectos de la comunicación influyen negativamente. Les enseñas estrategias para que, si algo está saliendo mal, intenten que no les afecte y pasen al siguiente plan, dándoles herramientas que busquen analizar la situación para alejarles del enfado", detalla.
La partida ha acabado, ¿y ahora qué?
El trabajo fuera de la partida también resulta importante, ya que deben tratar de desconectar de la ya terminada para centrarse por completo en la siguiente. Sin embargo, los sistemas de competición de los deportes electrónicos no facilitan esto, ya que el espacio entre partidas es muy reducido por la congestión de las jornadas derivada de la concentración de varios encuentros en un mismo lugar físico o del intento por evitar el solapamiento de horarios en los torneos online.
Acerca de este trabajo fuera de partida, Séns resalta que "es importante trabajar fuera de las partidas los momentos de ansiedad, intentando que sean capaces de reconocerlos, porque a muchos sí les afecta. Hay que enseñarles a reconocer esos síntomas fisiológicos de la ansiedad y del estrés para reducirlos y seguir compitiendo".
Como un método clave para combatir esta ansiedad, Séns considera que el deporte debe formar parte del programa de entrenamiento de cualquier equipo de esports, ya que rompe con la rutina de trabajo diaria. Solo unos minutos de deporte convencional al aire libre ayuda a los jugadores a despejarse y alejarse del enfado, así como a reducir los niveles de estrés.
El Big Data, una revolución para los esports
Hasta hace poco, Séns tenía difícil medir exactamente los niveles de ansiedad y estrés de los jugadores. Ahora con el Big Data la situación adquiere un nuevo color, porque, como quizá recordéis, Movistar Riders anunció a finales de año que empezarían a trabajar junto a LUCA, la división de Telefónica dedicada a los estudios de Big Data, para aplicar este tipo de estudios a los deportes electrónicos, monitorizando el rendimiento y midiendo la actividad física que realizan, los patrones de sueño y los niveles de concentración y estrés durante el juego.
El Big Data "es fundamental para la psicología porque en un videojuego lo más importante, sin dejar de lado los reflejos y la habilidad individual, es la toma de decisiones, muy centrada en aspectos psicológicos", asegura Séns. "Pero no solo en los esports, sino también en cualquier deporte, porque la competición te exige ir al límite y lo normal es que haya momentos donde se genere mucha ansiedad o estrés", apunta.