A comienzos de septiembre, H2K publicó una carta con un mensaje muy crítico hacia Riot Games. Pasado un mes, parece que ese comunicado no tuvo el efecto deseado, por lo que desde el club vuelven a la carga con una segunda carta.
En ella, Richard Lippe, copresidente de H2K, y Susan Tully, directora ejecutiva, vuelven a argumentar y proponer lo expuesto a comienzos de septiembre. Destacando el abuso de poder que ejerce Riot en la región, ignorando opiniones de equipos y jugadores, obligándoles a ocupar posiciones de debilidad financiera.
Existe un miedo notable a que la distancia entre la LCS de Norteamérica y Europa se acreciente una vez arranque el modelo de franquicias más allá del atlántico. Es por ello que desde H2K invitan a que "Riot cambie la dirección, ayudando así a que un fuerte y vibrante ecosistema surja en la LCS europea para su propio beneficio, el de los equipos, jugadores, y la comunidad europea." Destacan la necesidad de crear marcas y conseguir patrocinios, para así poder competir a la hora de atraer talento de élite y crear una rivalidad más fuerte y natural entre ambas regiones.
Para terminar, desde H2K destacan la necesidad de que Riot garantice a los equipos de legado (un término propio de H2K para representar a los equipos que a día de hoy pertenecen a la LCS EU) un aumento garantizado del dinero repartido de 6.5 millones de euros. Según H2K, "un pequeño precio para garantizar la futura armonía, cooperación, y prosperidad de la LCS EU cuando la venta de un aspecto e icono durante el Mundial genera durante seis semanas ingresos de aproximadamente 18 y 20 millones de euros".
Riot deberá ofrecer pronto detalles sobre el nuevo sistema que adoptará la LCS de Europa. En caso de no ser lo deseado, ¿H2K y otros clubes se alejarán de la competición?