Movistar Riders revalida su título de Superliga frente a Bisons
El Palau Blaugrana vivió una final de altos vuelos en la que el equipo de los jinetes volvió a demostrar su casta en las grandes citas venciendo a los de Bilbao por 1-3
El 2023 tiene el nombre de un equipo y ese es Movistar Riders. Los de Melzhet han revalidado esta tarde en el Palau Blaugrana un título del que ya se hicieron merecedores en Zaragoza cuando derrotaron a Heretics en la final más rápida de la historia. La del split de verano frente a Bisons no ha sido tan rápida ni tan limpia pero el equipo de Álvaro, Supa y compañía han demostrado que tiene madera para ganar lo que se le ponga por delante.
La de este fin de semana ha sido, en gran medida, una final de despedidas ya que es más que probable (o casi seguro), que la muchos de estos jugadores sean reclamados por las grandes ligas antes del año próximo: Álvaro, Supa, Myrwn, Random… son jugadores muy tentadores en el periodo de fichajes y a buen seguro que recibirán más de una buena oferta.
Además, la situación actual de Bisons no invita al optimismo y, dado que es más que probable que el equipo baje la persiana en cuanto acabe su participación en Europa, puede que la final de hoy en Barcelona quede como un recuerdo de una época que quedó atrás.
Antes del partido Supa defendía en rueda de prensa la contundencia y efectividad que el equipo había demostrado en las finales y aunque Myrwn presumía de tener “algún que otro pick bajo la manga”, de poco o nada sirvió para frenar a un Riders que llegó a Barcelona como una apisonadora. Los pronósticos antes del partido iban con los de Bilbao y fueron muchos los que se equivocaron.
Desde el primer mapa se vio muy marcada la tendencia que se mantendría durante el resto de los tres mapas: la de un Riders pletórico desde el inicio que empujaba (con Fresskowy jugando una de las mejores series que se le recuerdan) a Bisons a jugar encerrados en su base y luchando por alargar la partida y soñar con el milagro.
Sólo Myrwn en la toplane parecía estar lo bastante preparado para pelear de tú a tú a Riders y, a la larga, no fue suficiente para que el equipo lograse forzar un quinto mapa. A Bisons no le faltan manos ni ideas en el draft (volvió la Karma top y apareció algún Yone travieso), y por eso pudo defenderse más de la cuenta de los jinetes. Si se tratase de otro equipo, probablemente la final hubiese acabado mucho antes.
Tras el partido se vivió un momento muy emocionante cuando Machuki, entrenador de Bisons, quiso tener unas palabras de agradecimiento para sus jugadores e hizo mención a la “dificil situación” que han tenido que vivir a lo largo de las últimas semanas. Y es que Bisons, más allá del resultado de la final, ha demostrado ser un equipo con redaños, técnica y mucho corazón.
Hay que decir sin embargo que, aunque la lógica lleva a pensar que en las finales se ha de ver el máximo pico de calidad de la competición, la presión o tal vez los nervios del presencial hicieron que se viviese más de una jugada extraña que provocó que más de uno se llevara las manos a la cabeza. No ha sido en definitiva la mejor final posible en cuanto a calidad, pero nadie puede negar que ha sido muy divertida.
El resultado final de 1-3 fue más que justo y lanza un mensaje claro a los equipos de Europa: Movistar Riders va a por Montpellier y no va a dejarse ganar fácilmente.
