Este fin de semana se jugaron las finales de Europa y Norteamérica en Overwatch Contenders, el campeonato que tiene como objetivo transformarse en una liga de desarrollo para la Overwatch League. Unas finales que no alcanzaron grandes números y que ponen en duda la viabilidad de Overwatch como deporte electrónico a gran escala, una etiqueta que le acompaña desde su nacimiento y que para bien o para mal se verá de forma definitiva en 2018.
El final de la primera temporada de Overwatch Contenders sirvió para que Blizzard estrenase su pabellón de esports, la Blizzard Arena, que fue el escenario de un sábado y domingo lleno de emoción en lo que supone el último torneo de clubes organizado por la compañía estadounidense antes de la Overwatch League.
En Europa, Misfits y Team Gigantti llegaron a la final tras superar a Cloud9 y 123 respectivamente. Tras estar invicto durante toda la temporada el favoritismo de Misfits quedaba fuera de toda duda, pero al mejor de siete el equipo que en su día formó parte de Ninjas in Pyjamas tenía mucho que decir.
Un equipo que hace pocos meses no veía su futuro competitivo demasiado claro tras perder un enorme apoyo como el de NiP contra todo pronóstico venció la partida por 4-3. Tras un comienzo fulgurante vendría el amago de remontada por parte de Misfits, pero los ex de NiP respondieron y demostraron que son una plantilla con una enorme química y nivel de juego.
En Norteamérica, EnVyUs y FaZe llegaron a la final tras superar a FNRGFE y Envision. EnVy ha demostrado ser el mejor equipo occidental del planeta, su dominio es total, y en el recuerdo queda su victoria en la primera temporada del OGN Apex surcoreano.
La final frente a FaZe fue una demostración de poder y lo que está por llegar una vez comience la etapa Dallas Fuel. Debutó con el equipo Brandon "Seagull" Larned, el jugador de mayor seguimiento en Norteamérica demostró el porqué de su estatus y todo lo que puede aportar a un equipo que siempre se llevó el gato al agua en mapas igualados frente a FaZe, clavos en un ataúd que certificó a Team EnVyUs como campeón de la primera temporada de Overwatch en Norteamérica por 4 a 0 en la final, y sin ceder ni una sola ronda en todo el torneo. Un campeonato invicto que demuestra lo pequeña que se les queda la escena competitiva actual de Overwatch.