Emoción en estado puro

La Hacienda del Patrón es como caer en Colegio, pero en moderno, en Miramar. Sé, al caer, que van a ser unos minutos intensos, que será eliminar o caer eliminado. Plata o plomo.

Aterrizo y me separo de mis compañeros, buscando un arma desesperadamente, mientras veo como mis rivales hacen lo propio. Uno de ellos encuentra una escopeta y me ve. Automáticamente huyo y me escondo tras una enorme mesa mientras me llueven balas. Grito pidiendo ayuda, pero mis amigos no pueden ayudarme: ellos están en una situación similar. Uno de ellos muere, soltando improperios por el Team Speak.

A pocos centímetros de mí hay una pistola. El enemigo se acerca y vuelve a disparar. Es mi momento. Aprovecho el tiempo de recarga de su arma para cogerla lo antes posible. En el último momento, cuando la muerte ya me acariciaba, apunto a su cabeza y disparo, vaciando el cargador.

Hacienda del patrón, uno de los sitios más divertidos donde aterrizar.
Hacienda del patrón, uno de los sitios más divertidos donde aterrizar.

Sobrevivo. Tras la situación de tensión, suspiro en la vida real y me acerco a su cuerpo. Mientras cojo la escopeta abaten a mis dos compañeros, pero aún puedo salvarlos. Confiado, doy caza a su agresor y consigo acabar con él. A grito de 'revíveme', ambos me urgen a devolverles la salud. Observo mi alrededor, y tras asegurarme de no ver a nadie, decido ayudar a uno de ellos. Un segundo, dos segundos, tres segundos... en ese instante, una granada de fragmentación cae a mis pies.

Emoción y tensión en estado puro

Esta situación es irreal. Vamos, que me la acabo de inventar. Pero decidme, ¿cuántas parecidas a estas hemos vivido jugando a PUBG? ¿O incluso más emocionantes y épicas? Yo muchas. 

PlayerUnknown's Battleground ha conseguido lo que desde hace mucho tiempo ningún juego consigue en mí: emocionarme, hacerme sentir la tensión del momento, y a la vez, mezclarlo con situaciones hilarantes que me hacen reír a carcajadas, sobre todo cuando juego acompañado. Esa sensación que se siente cuando quedan tres o cuatro jugadores vivos, el círculo se cierra, y sabes que un paso en falso te costará la vida. La euforia cuando logras vencer, sobre todo las primeras veces. Impagable.

Aquí radica el éxito de este título. La mecánica del Battle Royale funciona, el sistema de juego es divertido. El audio está conseguido. Pero la magia está en lo que transmite. Cuando aprendes un poco más y te vuelves más 'profesional', el título te ofrece más cosas: disparos desde muy lejos, en movimiento; rutas específicas de inicio; dominar el juego en primera persona. Son muchas las cosas que nos mantienen pegados a esta maravilla.

Una forma de vida

Y por esos motivos lo seguiré jugando. Todos tenemos un título que ha trascendido de videojuego y ha pasado a formar parte de nuestras vidas, ya sea League of Legends, Counter Strike o Hearthstone, entre otros a la altura. Es complicado llegar a ese nivel, pero la sensación es que PUBG lo ha conseguido. Ya no es un juego al que juegas un par de meses y te aburres. Es un juego que pasa a formar parte de tus ratos de ocio, ya sea solo o con tus amigos, y que te hace disfrutar como la mejor de las películas o el más interesante de los libros. Habrá pollo para cenar durante mucho tiempo.

¡Os espero en Pochinki!
¡Os espero en Pochinki!

Cerrar

Movistar eSports

Iniciar sesión Crear cuenta