El Ibainéfico de este año, cuya recaudación irá íntegramente al Institut Guttmann, nos dejó las situaciones más locas que se han visto jamás sobre un terreno de juego.
En la recta final de cada año (y comienzos del siguiente) tenemos una serie de tradiciones que nos llevan acompañando toda la vida: el calendario de adviento, el árbol, la cena de Nochebuena… Y, desde 2016, a éstas podemos añadir el Ibainéfico.
Dicho evento, cuya séptima edición hemos disfrutado durante el fin de semana, ha tenido grandes momentos a lo largo de su historia. Todos recordamos, por ejemplo, la “apuesta capilar” de 2019.
El formato ha ido cambiando con el tiempo, aunque los videojuegos siempre con un papel importante. Sin embargo, con la Kings League como auténtica protagonista del año, han dejado su sitio al fútbol.
Bueno, fútbol entre comillas. Aquí lo importante era dar espectáculo y pasarlo bien (además de recaudar mucho, obviamente). Los jugadores lo tenían claro, y los árbitros acabaron por contagiarse.
Al principio de forma tímida, siguiéndoles el rollo y fingiendo tomarse en serio las jugadas “polémicas”.
Luego se soltaron un poco y empezaron a cumplir las malvadas peticiones que les hacían Ibai y compañía por el pinganillo.
Pero lo divertido llegó cuando decidieron tirar de imaginación e inventarse sus propias normas. ¿Un penalti a 2 metros de la línea de gol, con dos porteros (uno de ellos el propio árbitro) y lanzado por una jugadora con muletas? ¿Por qué no?
Mientras Gerard Piqué piensa si incluirá esto como carta en torneos oficiales, disfrutemos del Clip del Día que protagonizó Alia Kido.