Rubén "ElRubius" Doblas
Youtuber / Streamer
Unas pocas horas después del ban del popular streamer, su canal vuelve a ser accesible, algo que ya sucedió hace unos meses.
Twitch ha levantado el ban del canal de Rubius tan solo cinco horas después de bloquearlo, por lo que el popular streamer podrá volver a desempeñar su actividad con total normalidad. No pasa lo mismo con su canal gestionado por una IA, DegenerIA, que a primera hora del viernes continúa siendo inaccesible.
La noticia de su ban saltaba a última hora del jueves, cuando por sorpresa se dio a conocer que sus dos canales habían sido baneados, aunque por el momento no ha habido ninguna explicación al respecto por parte del propio streamer, que se limitó a contestar sorprendido al bot que publicó el asunto en Twitter.
Que los dos canales cayesen baneados a la vez hizo especular con que DegenerIA pudiese ser el motivo del ban, algo que no se ha confirmado por el momento pero, teniendo en cuenta que uno ha vuelto pero el otro todavía no, no se puede descartar por completo.
Por suerte para sus seguidores, ha sido un ban extremadamente corto. Así lo recoge el portal Streamerbans, que registra los bloqueos a streamers y cuándo sus canales vuelven a estar activos, por lo que podemos comprobar que solo han sido cinco horas de sanción.
No es, en cualquier caso, la primera vez que pasa. El pasado mes de noviembre se produjo un episodio muy surrealista, ya que ElRubius estuvo jugando a Sonic Frontiers antes de su salida con el beneplácito de SEGA —que le mandó el código y le dijo que podía emitirlo desde ese mismo momento—, pero la propia compañía lo denunció y no solo le banearon, sino que incluso perdió su condición de partner.
En aquella ocasión el ban fue todavía más breve, ya que solo una hora después estaba de nuevo disponible, algo que confirmó que todo había sido un error, probablemente de una falta de coordinación entre distintas divisiones del publisher de Sonic Frontiers.
Volviendo al presente, la duda recae ahora en qué pasará con el canal de DegenerIA. Fue un experimento curioso que arrasó al principio y que poco a poco se desinfló, pero todavía contaba con una audiencia fiel pendiente de las ocurrencias de una IA.