Netflix, la gigantesca plataforma de streaming, ha doblado su apuesta por adentrarse en la industria del videojuego pero los datos señalan que la jugada no ha funcionado tan bien como se esperaba.
La relación de Netflix con los videojuegos viene de lejos. Tan solo hay que fijarse en que algunas de sus franquicias más exitosas, como pueden ser The Witcher o Arcane, se basan, precisamente, en videojuegos.
A pesar de que estas adaptaciones han funcionado muy bien, ganándose el aplauso de la crítica y del público, los juegos desarrollados por la plataforma de streaming no han corrido la misma suerte.
Tal y como indica un informe ofrecido por CNBC, menos del 1% de los suscriptores de Netflix ha jugado a los juegos para móviles que la compañía lleva ofreciendo desde finales del año pasado.
Estos pésimos datos llegan en un momento delicado para Netflix, ya que la plataforma tiene pensado llegar a duplicar su catálogo de juegos de cara a los últimos meses de este 2022. Tampoco ayuda, desde luego, la vertiginosa pérdida de suscriptores que está sufriendo el gigante del streaming desde hace un tiempo.
Para entender mejor este batacazo, recurramos a las cifras: según el informe de CNBC, los juegos de Netflix se han descargado un total de 23.3 millones de veces y cuentan con una base activa de 1.7 millones de jugadores diarios. Podrían parecer buenas cifras… si la plataforma no contase con la friolera de 221 millones de usuarios.
Aún así, se espera que el número de juegos descargados y usuarios activos crezca durante el próximo trimestre, gracias, sobre todo, a la llegada de nuevos juegos al catálogo. ¿Conseguirá Netflix remontar estos malos resultados? Solo el tiempo lo dirá aunque, por lo pronto, parece que será necesario un milagro.