La creación del circuito competitivo en Norteamérica para el último Super Smash Bros. está comenzando a dar sus frutos, pero no exactamente como Nintendo pretendía. El pasado fin de semana se celebró en Oakland (Estados Unidos) el torneo Genesis 6, con muy buenos números de asistentes y espectadores online.
El evento tuvo 3,67 millones de horas vistas en el canal VGBootCamp de Twitch, con una audiencia concurrente de 38 910 usuarios. Las cifras triplican las del año pasado, muy probablemente por tratarse del estreno de Super Smash Bros. Ultimate en los esports. Pero analizados al detalle los datos arrojan una información muy interesante: en solo cuatro horas de emisión, SSB Melee tuvo una media de 104 890 espectadores frente a los 32 000 de su secuela.
La comunidad de los juegos de lucha ha dado tradicionalmente la espalda a la serie Smash por su carácter casual. Han pasado dieciocho años desde que Nintendo lanzara SSB Melee en Japón para GameCube, y el (des)interés desde la mayoría de torneos competitivos lo ha relegado a un segundo plano, casi como un género diferente a Street Fighter.
Pero las audiencias no engañan, y Genesis 6 ha recordado que todavía existe un genuino interés y mucho potencial en este juego como deporte electrónico. La comunidad puede resultar pequeña en comparación con monstruos de los esports como LoL o CS:GO, pero es bien conocida por su fidelidad y tolerancia. Sin ir más lejos, el actor Asa Butterfield (que acaba de fichar por el club Panda Global y participó en el G6) está de camino a Tokio para participar en un evento de lucha de Smash Bros. organizado por Red Bull Gaming.
Que Melee es un clásico está claro: nunca ha recibido un parche, la jugabilidad permanece intacta desde su lanzamiento y ha aguantado perfectamente el paso del tiempo. Nintendo sigue centrándose en Ultimate y ya ha detallado sus planes para 2019, pero, con los números en la mano, Super Smash Bros. Melee es el esport de lucha del momento.