Una tarde cualquiera. Me siento frente al televisor, abro una cerveza bien fría, preparo un picoteo y me dispongo a disfrutar de la previa del FACEIT Major. Rápidamente algo me perturba, Vega Squadron y Spirit están ganando contra pronóstico a equipos teóricamente superiores y pienso: "Esto ya lo he vivido".
Los recuerdos de Quantum Bellator Fire y FlipSid3 me vienen a la mente. Una vez más, los equipos CIS, habitualmente infravalorados, ponen todas las previas y los Pick'Em patas arriba.
No tardan en aparecer los clásicos comentarios de "el problema es el formato a un solo mapa, al mejor de tres no ganarían", y en parte tenían razón. Spirit no pudo de esta última manera con TyLoo en el partido decisivo, pero Vega… ¡Ay Vega! Nunca decepcionan. No importó tener delante al reciente campeón de DreamHack Masters Estocolmo, North, los rusos los vapulearon en dos mapas, sellando la clasificación.
Es obvio que los daneses han decepcionado, pero no están solos. Más se esperaba también de Renegades, Gambit y OpTic. Se vienen días complicados para estos cuatro conjuntos. La época de reformas ya está en marcha.
Por otro lado tenemos a Virtus.pro, que no hay lavado de cara que pueda arreglar sus problemas. En Atlanta vivimos su funeral y en Londres el entierro. Ya no hay alma, ya no hay plow.
La fiesta ha comenzado y los invitados de honor están al caer. Astralis, NiP y Team Liquid ya se han pegado sus primeros bailes y están preparados para recibir a los FaZe, Na'Vi o mibr.
Expectantes, en un segundo plano, sin llamar la atención, pero dispuestos a aprovechar las oportunidades que siempre aparecen a última hora tenemos a G2 Esports, mousesports y Fnatic.
Mi frigorífico ya está lleno, los equipos asiáticos y de la región CIS me tienen curado de espanto y el autobús de la afterparty ya se ve desde la ventana. Solo queda decir una cosa: no lloréis por los caídos, disfrutad de lo que se viene.