Si te decimos que China es una potencia mundial en los deportes electrónicos tampoco te estamos descubriendo el fuego. El gigante asiático está segundo en la clasificación de naciones que más dinero han ganado en premios dentro de los esports. Pero las expectativas de Pekín prevén que el país será imbatible dentro de unos años.
El ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social hizo público un informe, el pasado viernes, que daba unas proyecciones del sector muy prometedoras. Para empezar, el salario medio del 86% de los profesionales dedicados a los deportes electrónicos oscila entre el doble y el triple del resto de trabajadores del país. En cuanto a valor nominativo (la cotización estimada de los equipos, eventos y agentes de la industria), el informe calcula que para 2020 habrá crecido un 60% respecto a los datos de 2018.
El dato más impresionante de todos es la cantidad de trabajadores que se generará en los próximos cinco años. La proyección del gobierno cree que dos millones de chinos estarán trabajando en los esports. El estudio, publicado por el portal TEO, concluye que "los deportes electrónicos son una gran oportunidad y uno de los objetivos para el desarrollo del país".
Como también señalan desde TEO, algunos datos en este informe entran en conflicto con otros publicados por la Oficina de Estadística china. En 2017 estimaron el valor del sector por encima del que ahora muestra el ministerio, y ya en 2016 calcularon que había 4,4 millones de profesionales de los deportes electrónicos en el país, una disparidad que quizá tenía en cuenta a trabajadores indirectos.
Tras reconocer a los esports como deporte, China da por hecho en este informe que el crecimiento de la industria será muy superior al de otras disciplinas. Hasta 2024 (el año fijado para alcanzar los dos millones de profesionales), tendría que aumentar en ratios superiores al 50% anual para llegar al número de trabajadores previsto. Quizá demasiado optimista para un sector que, por otro lado, nadie duda que está creciendo.