La feria de videojuegos no tendrá lugar este año ni física ni digitalmente a pesar de haber sido anunciada su vuelta con un nuevo organizador.
No hay manera. El E3 lo intenta, pero su destino es cada vez más oscuro. Los organizadores de la feria han anunciado la cancelación del evento que iba a tener lugar en junio.
La noticia era esperada. No solo en las últimas semanas se habían bajado del carro algunas de las compañías que iban a estar en el evento, sino que muchas de ellas ni siquiera llegaron a subirse. La edición 2023 estaba condenada al fracaso. A estar luchando sola en el desierto.
El E3 tuvo una edición light en 2021 y el año pasado no se celebró. Sin embargo, tuvo fuerzas para anunciar su vuelta para este año de la mano de ReedPop, una de las compañías más popular en la organización de este tipo de eventos.
"Estamos encantados de traer de vuelta el E3 como un evento presencial con ReedPop, un líder mundial en la producción de eventos de cultura pop", decía hace un año el presidente y director ejecutivo de la ESA, Stanley Pierre-Louis.
La falta de interés ha sido la principal causa esgrimida por los organizadores para no seguir adelante. Nintendo y Microsoft anunciaron su ausencia en enero de este año. A Sony no se la esperaba desde que se salió en 2018.
La esperanza era que las third parties acompañaran al evento, pero compañías como Sega o Ubisoft han anunciado hace pocas horas su no participación. Ante tal panorama, probablemente no quedaba otra opción que la retirada.
Aunque era esperado, pocos deben alegrarse de la cancelación del que fuera el mayor evento de videojuegos con carácter anual. La crítica está por delante y el E3 no era lo que una vez fue, pero su posible desaparición definitiva no parece ser digna de celebración.
A no ser que te llames Geoff Keighly, por supuesto. El promotor del Summer Game Fest debe estar aplaudiendo con las orejas tras la confirmación oficial. Una vez más, y son muchas, Keighley ha decidido publicar que su evento sigue en pie y se ha colocado una nueva medalla.