No hay ámbito en la vida donde no existan los tramposos y los mentirosos. Es habitual escuchar hablar de dopaje en los deportes tradicionales, o de amaño de partidos y sobornos. Los esports, desde luego, no se libran de esta epidemia.
ESL se toma muy en serio este tipo de actitudes, y se han juntado con diferentes organismos y jugadores profesionales para determinar los castigos adecuados a los comportamientos ilegales. Los cambios son los siguientes:
- Cheating: la utilización de 'cheats', o trampas, como 'Aimhack' o 'Wallhack' en Counter Strike darán como consecuencia la inmediata descalificación del torneo a cualquiera que los use, así como la total renuncia a los premios en metálico y una penalización en el circuito de ESL de entre dos años o de por vida, dependiendo de la edad y el nivel del jugador como del torneo en sí. De ser una competición por encima de nivel amateur, como mínimo serán 5 años de sanción.
- Amañar partidos y apuestas fraudulentas: de acuerdo con el código anti corrupción de ESIC (Esports Integrity Coalition) la pena por ganar dinero con apuestas ilegales será como mínimo de 5 años, pudiendo ser más dependiendo de la gravedad, y la renuncia absoluta a cualquier premio en metálico.
- Dopaje: la utilización de sustancias estupefacientes con el objetivo de mejorar el rendimiento del jugador tendrá una sanción de entre 1 y 2 años. De ser descubierto durante el torneo, contará como una descalificación inmediata.
- Manipulación de la competición y soborno: a efectos prácticos tiene el mismo castigo que el dopaje.
Todas estas normas se pondrán en práctica a partir del día 1 de agosto. Según Ulrich Schulze, vicepresidente de pro gaming en ESL, "Creemos que la integridad y el juego limpio son de una gran importancia en los esports, y nuestro catálogo actualizado de sanciones lo refleja. Estos ajustes no se aplicarán a los bans y castigos que haya aplicado Valve directamente, que seguirán como estaban en los torneos donde ESL sea sponsor, como en los Majors".