G2 es una de las marcas más reconocibles de los esports / G2 Esports

Industria

Dos años en la vida de Ocelote

"En esta cuenta puedes encontrar diversión y entretenimiento en general, incluyendo acidez. Por favor proceda con cuidado". Es imposible resumir mejor la personalidad de Carlos 'Ocelote' Rodríguez que en las apenas 20 palabras de su bio en Twitter. En los comienzos de Movistar eSports hace dos años, G2 Esports ya le había proporcionado al madrileño algunas de las mayores satisfacciones de su notable carrera, y desde 2017 su crecimiento ha sido constante.

Como exjugador de League of Legends, el ojo derecho de Ocelote siempre ha sido su división del juego de Riot. 2017 pintaba bien tras un dominio continuado de Luka 'Perkz' Perkovic y los suyos: acababan de encadenar dos splits seguidos en la LCS EU, dejando con la miel en los labios a Origen y Splyce con un 3-1 en sendas finales. Con un estilo siempre arrogante, el fundador de G2 sacaba músculo al mismo tiempo que repartía méritos entre sus empleados. Muchos de ellos no disimulan la adoración por su jefe, como cuando Perkz le dedicó una canción por Twitter.

En abril llegó la oportunidad de revalidar título y romper los récords, teniendo la opción de ser el único equipo que lograba ganar tres veces seguidas un split europeo. Unicorns of Love fue un pelele en manos de los samuráis y se repitieron los números de la suerte para G2: 3-1 en una final que celebraron como la final de la Champions. Y Ocelote, ajeno a la timidez, levantaba el trofeo en el escenario.

Los buenos resultados en 2017 también le acompañaron en otras disciplinas, especialmente en CS:GO donde su combinado era conocido como el 'Superequipo Francés'. Los fichajes de Dan 'apEX' Madesclaire, Nathan 'NBK' Schmitt y Kenny 'kennyS' Schrub se recibieron con júbilo en la comunidad, reconociéndoles con triunfos en DreamHack y en Pro League como un equipo para tener muy en cuenta. Lástima que se desinflaran con el paso del tiempo.

Ocelote nunca ha tenido problemas en mostrar su ímpetu sobre el escenario / LoL Esports

Aprovechando el momento óptimo de sus secciones, Ocelote se dedicó intensamente a rondas de financiación para su equipo, así como a potenciar su imagen de marca. Entre los nuevos inversores se encontraban figuras tan relevantes como el futbolista André Gomes, y G2 también llegó a un acuerdo muy mediático con Fernando Alonso para su sección de simuladores de conducción. A esto le sumó el creciente éxito de su nueva escuadra de Rainbow Six, que se coronaba campeona del mundo y referente dentro de la escena competitiva.

La constante exposición de Ocelote en redes sociales se convirtió en un tema recurrente y casi obsesivo por parte de sus 250 000 seguidores. Carlos responde a casi todos los comentarios que le mencionan, le da like a las críticas más peliagudas que recibe y aumenta su leyenda de trashtalker iniciando polémicas propias. No hay tema tabú para el fundador de G2.

Es algo que pudimos comprobar en persona cuando nos invitó a pasar unas horas con él en Berlín. Repasando su carrera al completo no dejó tema por tratar: ni dinero del que presume, ni la pasión que le mueve, la rivalidad con xPeke ("es un buen chaval") o su vida personal. Meses después nos devolvió el favor visitando nuestra casa, el plató de The Gaming House, donde tampoco puso reparos a hablar claramente. Incluso le convencimos para que hiciera pesas y casi se queda entrenando tras apagar las luces.

2019 ha supuesto otra de inyección de moral para G2 gracias a sus logros en League of Legends. Ganadores de la primera temporada de la LEC, se alzaron también con la victoria en el MSI frente a Team Liquid y, en un hito quizá más importante, pasando por encima de SKT en semifinales. "Hemos aprendido mucho de ellos", llegó a decir Faker en referencia a su derrota frente a los europeos. Una frase impensable en labios del coreano apenas un par de años atrás, cuando comenzaba este artículo. Y Carlos, cómo no, lo vivía y retransmitía tan intensamente como solo él parece capaz en los esports.

Ocelote es consciente de las pasiones que levanta. Y nos referimos tanto a las positivas como a las negativas. Y aunque sus objetivos parecen en ocasiones los sueños de un loco (ha llegado a declarar que le gustaría ser presidente del Real Madrid o que pretende convertirse en billonario), quizá sea él el último en reír. No sería la primera vez que le pasa.