Dos años en la vida de xPeke
El primer evento que le tocó cubrir en el estreno de Movistar eSports al redactor que esto escribe, fue con un célebre jugador de League of Legends. "¿De verdad no conoces a xPeke?", preguntaban otros compañeros periodistas en el trayecto a Polonia, donde el murciano sería un invitado de honor para la undécima edición de la Intel Extreme Masters de Katowice. "Vas a flipar", auguraban entre risas.
Hoy me avergüenza —solo un poco— el completo desconocimiento que tenía entonces sobre LoL y la historia del midlaner español. Tuve que estudiarme, días antes del viaje, una lista de logros impresionantes en los deportes electrónicos para afrontar la entrevista con garantías. A pesar de todo, lo cierto es que sí sabía algo de él: acababa de firmar un acuerdo publicitario con Gillette que le convertía en embajador de la marca, privilegio que en aquel momento solo tenían astros de la talla de Neymar Jr. o Roger Federer. "Este tío tiene que ser una estrella de verdad", pensé.
Y nada más llegar al estadio, horas antes de que estuviera abierto al público, la presencia de xPeke ya nos sorprendió a todos. No tanto por su actitud, que para nada era la de una estrella, sino por la genuina admiración que despertaba entre la muchedumbre de periodistas, patrocinadores (propios y ajenos) y organizadores que estábamos convocados para saber qué iba a pasar ese fin de semana.
Enrique 'xPeke' Cedeño se desenvolvía con una naturalidad impropia de un chico de 23 años, gracias en parte a un inglés perfecto y a un impecable dominio de las convenciones sociales. Y encima, con una legión de admiradoras que le habían detectado minutos antes a través de un cristal de la cafetería del Spodek Arena. Dinero, fama y reconocimiento profesional por ser un fuera de serie en su pasión. Lo tenía todo.
Más de 10 000 personas gritaron su nombre cuando dejó el trofeo sobre el atril central del estadio, y las colas para hacerse una foto con él superaban los 90 minutos. "Quizá tenga que volver a jugar", nos dijo en la entrevista donde reconocía que Origen, su equipo en la máxima competición europea, no estaba atravesando su mejor momento.
El club español había sufrido un duro golpe en el split de verano de 2016 cuando Alfonso 'Mithy' Aguirre y Jesper 'Zven' Svenningsen, dos de los miembros originales del equipo, ficharon por G2 Esports, dirigido por el gran rival de xPeke, Carlos 'Ocelote' Rodríguez. Con una escuadra reconstruida, Origen se enfrentó a sus peores resultados en aquella temporada, hundiendo al equipo en la última posición de la LCS e incluso perdiendo la plaza.
Todos los éxitos acumulados hasta la fecha empezaron a pesar mucho sobre los hombros de Cedeño, que redujo notablemente su exposición pública. Entre habladurías de una gestión deficiente, la organización española quedó relegada a un segundo plano, con xPeke volviendo a su pueblo natal para vivir lo que parecía un retiro completo del MOBA de Riot Games.
Ni por esas decayó la popularidad del murciano, que superaba holgadamente los 600 000 seguidores en sus redes sociales. Una simple foto cocinando, una declaración de que iba al gimnasio, o un atisbo de actividad en Twitter, era recibido con un júbilo inusual por parte de aficionados al LoL de prácticamente cualquier lugar del mundo. Tal era la fama de xPeke, que sobrevivía a la aparente desaparición de Origen.
En marzo de 2018, la fidelidad al club por parte de sus incondicionales quedó patente. Origen volvía a la palestra participando en la primera edición de European Masters, un torneo menor que ganó relevancia por la presencia del equipo. En sus filas militaban, además, una serie de veteranos que no encajaban con el perfil del resto de participantes, con lo que la perplejidad se mezclaba con las chanzas por la edad de Froggen o Forg1ven.
La victoria de los abuelos frente a Illuminar Gaming no supuso un hito histórico, si bien alimentaba las esperanzas del regreso de xPeke a la primera plana. Pasaron unos meses de pequeñas pistas y teasers, hasta que RFRSH Entertainment (propietaria de Astralis y organizadora de BLAST Pro Series) anunció la compra de Origen el pasado noviembre.
La organización danesa contó con los servicios de Cedeño en calidad de socio e imagen, y ambos se tomaron muy en serio el regreso del equipo a la LEC. Dietistas, entrenadores, supervisores de rendimiento, y toda la maquinaria que tenía a su disposición RFRSH para haber llevado a Astralis a lo más alto de CS:GO, se puso al servicio de un plan a medio plazo que consiguiera resultados similares en su sección de LoL.
Los resultados fueron palpables incluso antes de lo previsto, ya que firmaron muy buenas actuaciones en la temporada regular y llegaron a disputar la final del split de primavera. Ambos logros superaban las expectativas originales de los nuevos propietarios, y volvían a meter a Origen en el mapa.
Desde el primer encuentro con xPeke en febrero de 2017 hemos podido charlar con él en por lo menos otras siete ocasiones. La última fue hace poco más de un mes, y no sé si es la madurez o los malos momentos que ha atravesado durante esos dos años, pero es palpable la tranquilidad con la que Enrique vive el momento actual. Ya no tiene que demostrar nada ni su club atraviesa malos momentos: todo lo que cabe es mejorar y aprender del pasado. Y yo ya no necesito ninguna chuleta para saber quién es, probablemente, la figura más querida de los esports que ha dado Europa (¡No me mandes a un sicario, Ocelote!).