A los periodistas en general nos gustan las comparaciones que simplifican los conceptos por sectores, pensando que facilitan la comprensión de aquellos que no saben de qué hablamos: "El Rey Midas del cine" para Steven Spielberg, "la princesa del pueblo" para Belén Esteban y, por supuesto, el "Messi de los esports" para Faker.
¿Cuántas veces has oído que un medio se refería al midlaner de SKT como el equivalente al astro argentino en los deportes electrónicos? Lee Sang-hyeok, como Spielberg o Messi, parece una figura inalcanzable que difícilmente te podrías cruzar en un evento (no tanto en el caso de Belén Esteban). Siempre solemne y aparentemente ajeno a citas mundanas, el profesional mejor pagado de los esports se ha ganado a pulso el aura de divinidad que le rodea.
En Movistar eSports nos preguntamos qué pasaría si consiguiéramos que alguien de la talla de Faker se pasara por el mayor evento de deportes electrónicos en España. Como el coreano tenía compromisos en la LCK, pensamos que sería más fácil contratar a un actor asiático para que acudiera a Gamergy, y nos pusimos manos a la obra.
Fue así como contactamos con un modelo español de ascendencia china que solo comparte edad con el crack coreano. No sabía qué eran los esports, nunca había oído hablar de Ibai Llanos y, claro está, nunca había echado una partida a League of Legends. Pero con una peluca, tres horas de caracterización y un séquito formado por un guardaespaldas y un supuesto traductor, el experimento podría ganar credibilidad.
El trío se metió perfectamente en sus respectivos papeles y generó durante la feria un revuelo incluso superior al esperado. Es evidente que no todos se iban a creer que la estrella de SKT iba a estar por la tarde en España el mismo día que había disputado una jornada de la LCK, pero las dudas surgieron entre muchos de los presentes, que dieron por buena la presencia de Faker.
El resultado del experimento es difícil de explicar en pocas palabras, así que lo mejor es que veas el vídeo que hemos preparado resumiendo la jornada. Y no digas de primeras que no te lo hubieras creído: tenías que haber estado allí para comprobarlo por ti mismo.
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