La madrileña plaza de Callao fue testigo de excepción de cómo se juega al clásico juego de una manera que los simples mortales no hemos visto en la vida.
Todos conocemos el mítico Tetris. El clásico videojuego no solo es inmortal, sino que lleva entre nosotros toda la vida. Ha cumplido ya 40 años, por lo que hasta los más veteranos no conocen el mundo sin él. Sin embargo, una cosa es conocerlo y jugarlo de manera casual y otra lo que pudimos apreciar ayer en Red Bull Tetris.
Los mejores jugadores de nuestro país se citaron en la Plaza de Callao para participar en un fantástico torneo organizado por la marca de bebidas energéticas. Muchos de ellos venían totalmente equipados con su propio teclado, lo que nos daba a entender que iban a darlo todo en los puestos de juego.
Pero retrocedamos un poco. La madrileña plaza nos recibió poco apacible. El clima fue el único elemento que intentó estropear la fiesta, aunque apenas lo consiguió. Los espectadores no querían ver tan solo a los jugadores de Tetris en la pantalla gigante, es que además tenían muchos alicientes más.
El principal fueron los casters del evento. Nada más y nada menos que Suja y TheGrefg, que viajó a Madrid de nuevo en poco tiempo tras presentar el Un, dos, tres. Además también se pasaron por allí Papi Gavi, Mayichi, Abby, Karchez o Toniemcee y disfrutamos de una sesión de Belén Jurado. Por si fuera poco, por los alrededores también estrenaba trabajo C. Tangana. La lluvia solo moja.
Los creadores de contenido probaron fortuna en el juego. Toni fue el que mayor puntuación hizo con algo más de 30 000 puntos, pero los protagonistas no eran ellos. Los jugadores de verdad nos dejaron con la boca abierta y superaron ampliamente los 600 000 puntos.
También nos dejaron impresionados con técnicas que desconocíamos por completo. Son tan bestias jugando que descubrimos cómo una pieza puede encajar en un hueco que un humano normal hubieran descartado. Todavía no nos lo explicamos. TheGrefg hizo suyo el mítico casteo de Ibai Llanos: "¡Son robots, son robots!".
A la gran final llegaron Hangamaster y José Delgado, e inmediatamente nos volvieron a hipnotizar con un ritmo increíble. Las piezas caían a gran velocidad, pero no solo por la inercia del juego, sino que el jugador las colocaba en un abrir y cerrar de ojos.
El campeón fue finalmente José Delgado, llevándose la final por dos rondas a cero. Dejó también inscrito su nombre como el récord del torneo y nos emplazó para la próxima ocasión. Nosotros pudimos hablar con Grefg, Abby y Papi Gavi. Podéis verlos y escucharlos en esta misma noticia.