Naughty Dog crea una experiencia de juego única en esta generación (o en cualquier otra) con una bellísima historia de amor, de venganza y zombis. Todo con una factura técnica que ya quisiera la película hollywoodiense de más alto presupuesto.
Ellie dejó de ser una niña hace mucho tiempo. Concretamente hace siete años, cuando seguimos por primera vez sus aventuras al lado de Joel en The Last of Us. Fue en 2013 cuando el juego maravilló a los gamers más serios de todo el mundo al ofrecer una de las historias más emocionantes del ocio electrónico.
Era normal tener el hype por las nubes para esta continuación, y aun así nada te va a preparar para lo que se te viene encima con TLOU: Parte 2.
Lo primero que tienes que hacer en caso de que no sepas nada de esta serie es ponerte al día. La versión remasterizada aguanta bien el paso del tiempo aún con las limitaciones gráficas que imponía PS3, sobre todo gracias a una expresividad de los personajes inédita y hasta hace dos días todavía insuperada. Pero hace 48 horas salió la continuación, y vaya maravilla...
Los cinco primeros minutos de la secuela resumen con elegancia los acontecimientos del final en The Last of Us, y los 10 siguientes consisten en actualizar al jugador sobre cómo ha cambiado la vida de los protas unos meses después de terminar su primera aventura.
Lo hace con uno de los tutoriales más cachondos y profundos que hemos visto: tocando la guitarra con el panel táctil de PS4, algo que ya se veía en el primer trailer del juego, y una batalla de bolazos de nieve.
Salto temporal hacia delante, la rutina del pueblo donde ahora escapan de su particular pandemia ficticia es como si Red Dead Redemption 2 se ambientara en el año 2020: salones, caballos, pioneros en un ambiente hostil... solo que con mucha más vida y un apartado técnico de otro planeta. Tanto es así que excepto a RDR2, God of War y algún otro título, TLOU2 hace palidecer al resto del catálogo de PS4. Y eso es mucho decir.
Ellie tiene ahora 19 años y está descubriendo su camino en el mundo a nivel personal. Eso son relaciones sentimentales, aprendiendo lo que es la responsabilidad y, ya puestos, matando a unos cuantos bichos y maleantes que le han puesto la existencia muy cuesta arriba.
El inicio relajado del juego explota cuando llevas un buen rato jugando, y Ellie pasa de ser una buenrollera enamorada y optimista a una máquina de matar imparable. Rebelde con causa, que dirían los poetas, pero manteniendo un halo de delicadeza.
Si en la primera parte era una sorpresa cambiar de personaje, la continuación muestra esa carta en los primeros compases. Un personaje nuevo también excelentemente definido entra a meter cizaña, con exactamente los mismos controles que ya conoces si recuerdas The Last of Us.
La campaña de publicidad ha contado con figuras bien conocidas de los esports, como TheGrefg y WillyRex, que junto a ElRubius se han unido esta semana a contar cómo les erizaba el vello echar unas partidas a esta franquicia. Algo a lo que ayuda mucho su tremenda banda sonora.
Solo se han ajustado movimientos (ahora se pueden hacer esquivas muy fácilmente) y añadido animaciones, para hacer de la aventura una experiencia de esas que se te quedan en la memoria para siempre.
Aunque no es indispensable, te vendrá muy bien conocer la historia del primer juego para que nadie te tenga que explicar quiénes son los clickers, esos bichos que parece que se han tragado unas castañuelas y que ni de lejos son el enemigo más temible que te encontrarás en The Last of Us 2.
Los malos de este mundo pervertido por una pandemia (hablamos del juego) son una maravilla por su locura, crueldad y sobre todo realismo. Las salpicaduras, navajazos y explosiones de vísceras son algo sencillamente imposible de conseguir en el cine: en el sueldo de extra no está incluido eso de que te maten, y aquí hay más sangre que en un autobús de la Cruz Roja.
Pero entre tripas y zombis flamencos hay hueco siempre para el buen gusto. Los giros de guión o los tiros de cámara marcan un nuevo estándar en la industria, aunque el frame rate nos ha parecido inferior a la versión remasterizada del capítulo anterior. Un pecado mínimo en un historial de tantísimos éxitos.
El magnífico doblaje, por cierto, ayudará enormemente a los que quieran enterarse de todo sin tener que tirar de subtítulos. Sin embargo, como en cualquier traducción, las voces en castellano pierden matices importantes de la asombrosa interpretación de los actores originales, que jugaban con la ventaja de hacer también la captura de movimientos.
El juego se vio envuelto en la polémica después de que se filtrara el final por un exempleado despechado y que el estudio fuera acusado de tener jornadas de 12 horas para sacar el proyecto adelante, y su nivel de detalle da fe del tremendo esfuerzo técnico que han tenido que hacer. Si nos dicen que es un juego de 'Play 5' nos lo creemos.
Lo que no te tienes que creer tú son las notas que ahora mismo circulan por las redes poniendo al juego de vuelta y media: es una campaña de desprestigio iniciada por trolls que no aguantan la madurez con la que se tocan temas como la sexualidad o las relaciones personales. Haznos caso, no hay nada igual a The Last of Us 2.