Brasil arrolla a Corea en su debut en la Kings World Cup Nations
El segundo día de competición nos ha dejado el debut de otra de las selecciones favoritas para la victoria: los brasileños sufrieron para abrir la defensa coreana, pero acabaron arrollando a su rival.
El segundo día de la Kings World Cup Nations comenzó con la victoria de Brasil sobre Corea del Sur. La selección sudamericana demostró que viene a ganar el mundial y, aunque tardó en marcar, finalmente logró un resultado que la coloca como la nación a superar.
Brasil no tardó en dominar el terreno de juego, aunque tuvo que esperar a que se configurara un cuatro contra cuatro en el campo, ya que no ocurrió nada destacable durante los primeros minutos. En el siete contra siete no había color: la selección sudamericana era claramente superior.
Las ocasiones no dejaban de sucederse, dentro y fuera del área. El portero coreano Bum-young Lee respondía una y otra vez a los lanzamientos brasileños. Daba la sensación de que el primer gol estaba a punto de llegar, pero no fue así, al menos durante el primer tiempo.
Los coreanos tenían suficiente con intentar salir al medio campo con el balón controlado. Incluso en alguna ocasión llegaban al área rival, aunque en esta primera parte no lograron inquietar ni a la defensa ni al portero brasileño. Estaban más pendientes de no encajar que de buscar el gol.
Finalmente, no llegó el tanto para ninguno de los dos equipos. El dado apareció para ofrecernos el uno contra uno más extraño que hemos vivido en mucho tiempo. Los coreanos jugaron al ralentí, buscando más el error de la defensa brasileña que su propio acierto. Brasil apenas tuvo ocasión de tener el balón en los dos minutos finales, y el portero rival volvió a aparecer para atajar un intento de Kelvin Oliveira. Nos fuimos sin goles al descanso.
Nada más comenzar la segunda parte, llegó una lluvia de armas secretas. Kelvin se enfundó el brazalete de jugador estrella, y Corea lanzó su penalti presidente: Gamst lo ejecutó desastrosamente al centro de la portería. Corea también demostró no tener muy aprendidas las reglas de la Kings League, puesto que utilizó su arma secreta —otro jugador estrella— dos minutos más tarde de lo normal.
El gol finalmente llegó en el minuto 25 de partido. Jeffinho aprovechó una superioridad en el campo tras una tarjeta amarilla provocada por los brasileños. Un piscinazo de uno de sus jugadores hizo que el árbitro excluyera a un coreano durante dos minutos, y Brasil no tuvo piedad.
Con la lata abierta, Kelvin Oliveira amplió la ventaja. Era el jugador estrella de su selección y aprovechó el brazalete para marcar un gol doble, que colocó el 3-0 en el marcador en tan solo unos instantes. Aunque cuando todo parecía sentenciado, apareció la otra carta secreta: Hyun-sung Kim, también con el brazalete del gol doble, marcó de forma sorprendente y acortó distancias al 3-2.
Brasil siguió empujando para lograr más goles. La defensa coreana no se lo puso fácil. Sin embargo, en el minuto 34 llegó un tanto que ya sonaba a definitivo: Leleti marcó tras aprovechar un rechace del portero a un disparo suyo.
La guinda del pastel la puso Gaules al transformar su penalti presidente. A diferencia del coreano, su ejecución fue perfecta y acabó en la escuadra de la portería, colocando el 5-2 en el marcador. En el minuto 38, Kelvin marcó un gol doble que dejaba todo decidido, aunque Corea respondió con otro tanto para dejar el marcador definitivo en 7-4 a favor de Brasil. 11 goles entre ambas selecciones en la segunda parte. La primera, recordamos, acabó con 0-0.