El 'edge gaming' busca revolucionar el juego en la nube
El uso de tecnologías de edge computing busca reducir al mínimo la latencia del juego en la nube, o cloud gaming, para mejorar las posibilidades de este sistema de juego.
El cloud gaming lleva años situado en el radar de los aficionados al mundo de los videojuegos como la próxima gran tecnología a tener en cuenta. Algo que se ha agudizado tras el éxito durante esta década de los servicios de suscripción bajo demanda, que se han extendido tanto en la música como en la producción audiovisual.
En los videojuegos no es algo inexplorado, ya que empresas como PlayStation, con PlayStation Now, y Microsoft, con xCloud, han comenzado a adentrarse en esta aventura. El servicio más esperado en este sentido, no obstante, es Stadia, la 'videoconsola' de Google.
Pese a que el cloud gaming es una gran oportunidad para los jugadores por la mayor accesibilidad que implica, —tanto en términos de no tener que adquirir un hardware concreto, como al poder jugar con especificaciones muy inferiores— y porque evita molestias como los parches y las actualizaciones, por el momento uno de los grandes impedimentos de esta tecnología han sido las altas latencias, que dificultan jugar a títulos multijugador o competitivos.
No obstante, las operadoras han logrado aprovechar tecnologías como el edge computing y su capilaridad de red para desplegar esta suerte de consolas virtuales en el borde de la red y ofrecer latencias de extremo a extremo inferiores a la franja de 170 a 180 milisegundos de una videoconsola actual.
Telefónica está desarrollando un servicio de cloud gaming y para el progreso de los proyectos piloto busca a los primeros usuarios. Si os interesa ser betatesters de edge gaming, podéis registraros aquí.
En esa misma web destacan que registrarse supone la oportunidad de probar lo que están desarrollando (tanto en cloud gaming como realidad virtual, entre otras cosas) y también incluyen un pequeño cuestionario para saber más acerca de los hábitos videojueguiles de los interesados, y de la conectividad que poseen en su hogar.