Una de las gamberradas más peligrosas que existen en esta época digital en la que vivimos es la conocida como ‘swatting’. Así es como se conoce a la práctica en la que una persona realiza una denuncia falsa para mandar a la policía a un domicilio particular. En Estados Unidos, la división encargada de cubrir estos avisos en ocasiones es el Special Weapons And Tactics (SWAT), y de ahí viene el nombre de swatting.
Aunque normalmente acaban con poco más que un susto para las víctimas, a finales de 2017 se produjo un caso que llamó la atención internacional por su funesto desenlace. Según un informe del departamento de policía de Wichita (EE.UU.), el 28 de diciembre de aquel año se recibió una llamada en el 911 donde se informaba de un tiroteo y una situación con rehenes en la casa de Andrew Finch.
El denunciante detallaba que Finch “había disparado en la cabeza a su padre, que estaba apuntando a su madre y hermano con un arma y que quería suicidarse y prender fuego a la casa”. Tras mandar una unidad urgentemente a la vivienda, la policía abatió fatalmente al acusado cuando este se negó a levantar las manos durante la redada.
Como se demostró durante la investigación, todo había sido una denuncia falsa por parte de Tyler Raj Barris, provocada por una disputa iniciada en una partida de Call of Duty. Según la reconstrucción de los hechos en el informe policial, Casey ‘Baperizer’ Viner discutió fuertemente con Shane ‘Miruhcle’ Gaskill, quien le dio una dirección para que “intentara algo si tenía agallas”. Viner entonces contactó con Barris, que fue quien hizo la denuncia falsa a la policía. La dirección resultó ser la de la víctima, de 28 años, que no tenía nada que ver con el asunto y de hecho ni siquiera era aficionado a los videojuegos. Gaskill había vivido allí unos años antes.
Se da el agravante de que Tyler Raj Barris —cuyo nick es Swautistic en redes sociales— había amenazado el mismo día de los hechos a Thomas ‘ZooMaa’ Paparatto, jugador profesional de Call of Duty para FazeClan. En esos mismos tuits confesaba ser el responsable de la evacuación por amenaza terrorista en un evento de la CWL.
Barris ha sido condenado a 20 años de prisión, mientras que Viner y Gaskill están a la espera de juicio. “La sentencia de hoy es el primer paso para obtener justicia para la familia Finch”, dijo el abogado de la acusación. “Seguiremos buscando responsabilidades entre los acusados y el departamento de policía”.