Los jugadores de deportes tradicionales están cada vez más relacionados con los videojuegos. Es cierto que es algo que ocurre desde hace mucho tiempo, pero es ahora cuando lo estamos viendo de una forma mucho más pública.
Griezmann es el gran referente en este aspecto. El delantero del Atlético de Madrid ha celebrado la mayoría de sus goles con los bailes de Fortnite, tanto en el club colchonero como en la selección francesa.
Sin embargo, hay otro jugador que también es un apasionado de los videojuegos, aunque no tanto de Fortnite. Estamos hablando de Neymar. El delantero brasileño no se ha dejado seducir por las nuevas modas y sigue siendo un amante de Counter-Strike: Global Offensive.
Ya vimos hace un mes que el jugador del PSG se entretenía viendo partidos competitivos en el avión durante la concentración con la selección.
Ahora ha ido un paso más allá y ha trasladado su devoción por el shooter de Valve al campo en una cita tan importante como es el Mundial. Tras el gol que consiguió ante México en los octavos de final, aprovechó para celebrarlo simulando la típica broma que se hace en CS:GO: lanzar una granada flash para cegar a tus compañeros.
Esta broma fue seguida por Willian, Coutinho, Jorge Jesús, Casemiro y Paulinho, demostrando que Counter-Strike y los videojuegos en general son una parte importante de la vida de muchos futbolistas, sobre todo en concentraciones tan largas.