Espectaculares demos recientes nos han enseñado el poder de la next-gen. Hemos visto increíbles gráficos fotorrealistas, pero también entornos con gameplay limitado o directamente sin rastro de juego.
Si habéis llegado a esta opinión, siento ser yo quien rebaje vuestras expectativas por las posibilidades todavía no descubiertas de las consolas next-gen. Esas posibilidades que casi todos afirmáis que tienen por haber visto un par de demos curiosas.
La nueva versión de Unreal Engine es una auténtica maravilla. Gracias al motor de Epic nos vamos a quedar con la boca abierta en más de una ocasión. No soy un tipo vinagre que quiere romper las ilusiones de los jugadores. Qué va. Si de hecho yo también estoy bastante entusiasmado.
Sin embargo, tengo la impresión de que tenemos que bajar un poco el nivel. Hemos visto trucos de magia asombrosos, pero en definitiva son eso: varias demos con trucos más que evidentes.
Todo empezó antes, pero quiero fijar la demo de Matrix como punto de partida. Fue entonces cuando todo, para mí, se fue de madre. Está claro que visualmente era una pasada. Algunos incluso no diferenciaban los actores reales con sus representaciones virtuales. Vale, estaban muy bien hechos, pero se notaba el cambio.
Luego descubrimos la ciudad. Con sus edificios, coches y demás elementos hiperrealistas. Efectivamente, era todo muy espectacular, pero no era un juego como tal. Si empleas todos los recursos de una máquina a un apartado en concreto, el resultado luce asombroso. Pero cuando incluyes personajes jugables, físicas realistas —y no esos choques falsos—, sistema de daños o movimientos reales por todo el mapeado es cuando llegan los recortes.
La demo de Matrix sería mucho menos espectacular si hubiera sido un juego de verdad y no un truco de magia para vendernos la prodigiosa next-gen —y a su vez una cuarta entrega mediocre de la saga en los cines—.
Con el paso de los meses quiero centrarme en otro punto mucho más reciente. Hace escasos días pudimos ver una nueva demo desarrollada en Unreal Engine 5. Todavía mucho más espectacular si cabe. Asistíamos atónitos a una estación de tren —con iluminación diurna y nocturna— tan realista que de primeras parecía un vídeo real.
Sin embargo, estamos en las mismas. La recreación es una auténtica burrada técnica, pero muy difícil de llevar al mundo de los videojuegos. En esa demostración no veíamos persona alguna y el recorrido que —aparentemente— se podía recorrer era muy escaso. Puede que me lo perdiera, pero no parecía posible cruzar de andén en la estación ni subir el segundo tramo de escaleras.
De nuevo es una demo que demuestra mucho de lo que está por venir, pero si ampliamos el recorrido, metemos pasajeros, colisiones con otros objetos o un tren en movimiento es cuando tenemos que destinar recursos a otros puntos que no sean los visuales, por lo que habría una rebaja evidente de calidad.
Por último quiero hacer referencia también a Arma Reforged. La cuenta de Twitter de El analista de bits —cuyo trabajo admiro profundamente— ha publicado imágenes y vídeos del juego, que se encuentra en estado Early Access. En esos assets se puede apreciar el fantástico acabado visual del juego, sobre todo en la iluminación —apartado clave en la mejora visual de las máquinas actuales—.
Otra vez podemos ver unos entornos espectaculares. Cualquiera de vosotros podéis verlo gracias a la prueba de 6 horas disponible en las consolas Xbox. Sin embargo, también podéis ver que aunque lo que muestra existe tal cual, el gameplay hace aguas desde el propio tutorial.
El personaje puede verse tanto en primera como tercera persona. Su animación es realmente mala y el motor gráfico sufre en cuanto se le pide un mínimo. El gunplay también es altamente mejorable y colocar un personaje pobre visualmente en un entorno tan realista, canta bastante.
Aunque lo peor de todo es que el personaje tiene muy poca incidencia en el entorno cuando se mueve. El escenario no reacciona ante sus pasos. Lo bueno es que Arma Reforged se encuentra todavía en desarrollo, por lo que tiene amplio margen de mejora.
Para no extenderme mucho más, lo que me gustaría es que quedara claro que las demos técnicas son básicamente trucos de magia. Son todas espectaculares, pero son muy complicadas de trasladar a un videojuego real si quieres mantener un aspecto visual radiante. Nos estamos flipando demasiado con la next-gen por culpa de estas demos —que por otra parte han existido siempre— y cuando muchos no vean sus expectativas cumplidas dirán que las compañías los han engañado. No. Simplemente os estáis dejando llevar a un mundo que, de momento, no existe.