Los parches que tocan el gameplay ya han llegado a FIFA 21 y no ha gustado a toda la comunidad, que ven cómo cambia bastante el juego solo un par de semanas después de comprarlo.
FIFA 21 nos ha dejado en menos de un mes de vida varias actualizaciones, algunas de las cuales parecen haber cambiado bastante el gameplay. Estos cambios no han sido especialmente bien recibidos, ya que en general, la gente estaba bastante contenta con el estado del juego.
Lo cierto es que tampoco es que pille por sorpresa a nadie, puesto que las actualizaciones son una constante en los juegos hoy en día y en FIFA son especialmente habituales. De hecho, incluso algunas que sobre el papel no afectan en nada a la jugabilidad sí parecen tener de vez en cuando cierto impacto.
Queda fuera de toda duda que las actualizaciones son positivas, puesto que los juegos tienen errores difíciles de detectar y que finalmente son descubiertos por los jugadores, por lo que con ellas se les puede poner solución y que no se queden coleando durante todo el tiempo de vida del juego.
De hecho, ni siquiera es extraño que los juegos toquen su gameplay, ya que muchos de ellos incluso hacen esto de forma periódica como un método de volver a atraer la atención de los jugadores. Pero... ¿es justo que lo haga un juego por el que ya has pagado un precio de compra?
En el mundo de los videojuegos hay títulos que están más enfocados a funcionar como un producto cerrado —algo muy habitual en los single-player— y otros que en realidad son más un servicio. Las actualizaciones de gameplay, sin duda, tienen mucho más sentido en los segundos, especialmente cuando funcionan bajo el modelo free-to-play.
FIFA, en cambio, se encuentra un poco en terreno de nadie. Por una parte es un producto redondo en muchos de sus modos, pero a su vez el contenido en FIFA Ultimate Team es constante y es un modo que, de por sí, genera grandes beneficios por las ventas de sobres para construir los mejores equipos.
Así que sí, tiene todo el sentido del mundo que tengan actualizaciones frecuentes. Otros debates podrían ser si FIFA Ultimate Team debería funcionar como un servicio free-to-play —algo que sí hace PES con sus versiones Lite y MyClub— o si tienen sentido las demos o las horas del EA Play.
Y aquí es donde sí se le puede echar algo en cara a EA. Es totalmente cierto que el grueso de jugadores comprará el juego independientemente de su gameplay y que este año no ha habido demo. Pero en los años que sí ha habido o la existencia de esa prueba para decidirse por la compra final pierden todo su sentido si solo unas semanas después se cambiar totalmente el gameplay.