Los videojuegos no generan violencia
Un estudio del Oxford Internet Institute publicado en Royal Society Open Science niega que haya evidencias de que exista una relación entre el comportamiento agresivo en los jóvenes y el tiempo que pasan jugando a videojuegos violentos.
"La idea de que los videojuegos violentos derivan en agresiones en el mundo real es muy popular, pero no se ha podido comprobar", asegura el profesor Andrew Przybylski, director de investigación en el instituto que ha efectuado este estudio. "A pesar del interés en este asunto de padres y legisladores, la investigación no ha demostrado que sea algo de lo que preocuparse", añade.
Violent video games found not to be associated with adolescent aggression: Researchers at @oiioxford have found no relationship between aggressive behaviour in teenagers and the amount of time spent playing violent video games: https://t.co/A1iYWb1oCa pic.twitter.com/tgAOb4vBbe
— Oxford University (@UniofOxford) 10 de marzo de 2019
La universidad explica en su web por qué creen que la metodología seguida para llevar a cabo este estudio es más eficiente que la de otros que se han hecho con anterioridad. Como muestra han utilizado tanto jóvenes británicos como sus padres, con el objetivo de juzgar mejor el comportamiento agresivo.
Así, un total de 2008 sujetos, el mismo número de jóvenes —británicos de 14 y 15 años— que de padres o cuidadores, han participado en el estudio contestando preguntas acerca de su personalidad y sus hábitos de juego, en el caso de los jóvenes, y sobre el comportamiento agresivo de los jóvenes, en el caso de los padres.
Además, se han basado en dos clasificaciones objetivas para establecer si un videojuego es violento o no: el sistema europeo Pane European Game Information (PEGI) y el norteamericano Entertainment Software Rating Board (ESRB). Con esto, pretenden dejar atrás la subjetividad de otros estudios que utilizaban la percepción de los propios jugadores.
"Parte del problema en la investigación tecnológica es que hay muchas formas de interpretar los mismos datos, lo que produciría diferentes resultados. Escoger cierto resultado puede avivar el pánico moral que hay alrededor de los videojuegos", explica Przybylski.
Pese a que recalcan que no hay ninguna correlación entre jugar a videojuegos y el comportamiento violento, recuerdan que esto no significa que algunas mecánicas de los juegos no produzcan ciertas actitudes como el trash-talking, un exceso de competitividad o el troleo. Creen que analizar estos comportamientos podría ser una investigación interesante para el futuro.