Industria

La solución de la WESG al problema del hotel en mal estado

El campeonato mundial de la WESG (World Electronic Sports Games) en China nos está dejando momentos muy interesantes, como por ejemplo la clasificación de Wololos a las rondas finales de CS:GO o el calentón de Kaisecillo al caer en fase de grupos de Hearthstone. Pero desde luego, la situación más surrealista se la lleva el hotel proporcionado por la WESG.

El peor hotel de la historia de los esports

La voz de queja fue unánime entre decenas de jugadores profesionales de Counter Strike, que denunciaron por redes sociales el lamentable estado del hotel proporcionado por la WESG. El agua sucia, las grietas en las paredes e incluso las cucarachas parecían algo habitual

WESG TOMA CARTAS EN EL ASUNTO

Tras emitir una disculpa en la cual aseguraban que en la comprobación inicial del hotel no habían visto este tipo de desperfectos, desde la WESG enviaron un equipo a revisar las instalaciones, asegurándose de que sus jugadores solo se alojaban en habitaciones en perfecto estado. Pero al no ser esto posible, iniciaron la titánica tarea de acomodar a 500 personas en un tiempo récord.

En el comunicado oficial, la WESG agradece a los jugadores por su paciencia y entendimiento, y anuncia que el problema ya ha sido solucionado. En primer lugar, aseguran que en su visita previa al hotel les hicieron varias visitas guiadas en las cuales no apreciaron ningún desperfecto, los cuales sí pudieron ver tras revisar el hotel después de las quejas de los jugadores.

La solución ha sido tan simple como complicada: más de quinientas personas han sido acomodadas en cuatro nuevos hoteles, y para los clubes que, por su cuenta, se fueran a otros hoteles tras el desastre inicial, se les abonará el gasto de como máximo las mismas habitaciones que tenían en el primero.

Como planes de futuro, desde la WESG aseguran que no aceptarán más visitas guiadas y mirarán el hotel por su cuenta, pasando además una noche en el mismo para experimentar las condiciones de las habitaciones.

Así se cierra un episodio realmente desagradable para jugadores y clubes, que probablemente no vayan a olvidar en su vida.