La segunda temporada de MotoGP Esport Championship llega a su fin por segundo año consecutivo en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste. Igual que el primer año, la carpa blanca que acoge esta final presencial está situada en un lateral, en un lugar preeminente para la atracción de público: justo de frente a la entrada general. Dicha carpa es la que abre, de hecho, la avenida de todos los espacios de merchandising de pilotos y escuderías. El primer año mucha gente se asomaba a curiosear. Esta vez, el día antes de la final y con una lluvia torrencial encharcando justo las áreas de entrada, solo los pilotos virtuales y los implicados en la retransmisión del viernes merodean por la zona.
El escenario es prácticamente el mismo que hace un año, pero hay detalles que hablan de que hay muchos cambios, más o menos sutiles. Para empezar, es más ancho, porque hay más pilotos por serie. En total son doce los clasificados para disputarse el premio, mientras que la temporada pasada se hicieron las dos semifinales antes de la última prueba. También hay ligeros matices de luces diferentes y más premios. Al flamante deportivo azul de BMW que se llevará el ganador hay que añadirle una KTM para el segundo y un ordenador de Lenovo para el tercero. En esta segunda edición se han involucrado muchas más marcas.
Pero el principal cambio está en los pilotos y en su actitud. Varios de ellos repiten final, pero donde en la primera edición veíamos a muchos acompañados por familiares, parejas y demás, disfrutando en familia de algo único y algo amateur, ahora no. Sus miradas indican concentración. Han vivido durante un año de esto y para esto; han trabajado muy duro para clasificarse en las dos semifinales que han dado la oportunidad de llegar hasta aquí. Corren para escuderías y están viendo cumplido su sueño de vivir del motociclismo como protagonistas, igual que los pilotos que pisarán el circuito en el mundo real.
Todos han estado probando sus mandos personalizados, hechos ex profeso para esta final, y la conexión que van a tener en sus puestos ya otorgados: los clasificados en la primera semifinal estarán al lado izquierdo del escenario y del trofeo, y el lado derecho estará reservado para los de la segunda.
Reunión final de pilotos en el centro del escenario. Ha caído la noche y se va a ensayar la entrada para la final, pero las consolas ya no se tocan. Luigi 'LUIGI48GP' Attruia, un italiano muy expresivo de apenas 19 años que ya sabe lo que es pisar este escenario, anda nervioso. Se mueve desde su zona, la de los clasificados en la primera semifinal, hacia la contraria, hacia la esquina, donde está el vigente campeón del mundo vigente, su compatriota Lorenzo 'TRASTEVERE73' Daretti. Este intenta tranquilizar al chaval, aunque luego sale en busca de su familia, porque esta sí —como el año pasado— está cerca. No sea que, ocupado como ha estado corriendo para Yamaha de forma virtual, siga sin carné para volver a llevarse el coche que espera al ganador.
Aunque hay seis españoles en la final que van a intentar ponérselo difícil. E imaginamos que a Marc Márquez —que va a comentar la señal internacional de la retransmisión como hicieron para Movistar Maverick Viñales y Valentino Rossi la temporada pasada— le haría ilusión tener un compatriota como ganador.