Los dos streamers estuvieron Charlando Tranquilamente y salió un tema del que se debería hablar más, pero sobre todo mejor.
Hablar sobre cuestiones importantes de la vida que mucha gente desconoce y darles visibilidad es algo positivo, nos hace avanzar como sociedad. Sin embargo, hoy en día todo el mundo tiene un altavoz gracias a (o por culpa de) las redes sociales, independiente de cuán cualificados estén para hablar de dichas cuestiones.
Eso provoca que, por ignorancia o intencionadamente, muchas veces se comparta información errónea sobre ese tema, que se frivolice e incluso que se use como arma. Y es especialmente grave cuando se trata de algo sin efectos visibles de primeras como es la salud mental.
Palabras como “ansiedad” o “depresión” se usan muy a la ligera, intercambiando su significado coloquial con las entidades clínicas descritas en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (conocido como DSM-5 por sus siglas y por su última edición). Además, ¿cuántas veces habremos visto a alguien defenderse de una crítica legítima con la frase “y luego hablamos de salud mental”?
Por otra parte, tampoco debemos machacar a quienes usan equivocadamente estos términos. Como mencioné antes los problemas de salud mental son intangibles, y muy difíciles de entender si no los vives en tus propias carnes. Eso hace todavía más importante que quienes los han sufrido, y encima cuentan con un altavoz mucho más grande que los demás, expliquen de forma clara su experiencia.