La entrega de Call of Duty prevista para el año 2020 podría vivir un cambio radical en su planteamiento, ya que Activision Blizzard habría decidido hacer cambios referentes a los estudios que lo están desarrollando, según ha revelado Kotaku.
La franquicia ha venido recibiendo un juego de forma anual desde 2005, cuando se publicó Call of Duty 2. Para ello, ha ido rotando su desarrollo por varios estudios, siendo los encargados, al principio, Treyarch e Infinity Ward e incorporándose Sledgehammer Games en el año 2011.
Así, Call of Duty: Black Ops 4 corrió a cargo de Treyarch; la entrega prevista para este año está siendo desarrollada por Infiity Ward y, por tanto, la de 2020 estaba encargada a Sledgehammer Games. No obstante, este estudio dejará de llevar la voz cantante para dejar paso a Treyarch.
El año 2020 será la fecha en que vea la luz Black Ops 5; aunque mantendrá algunos de los aspectos ya desarrollados como parte de su campaña, por lo que los rumores que apuntaban a que estaría basado en la Guerra Fría —más concretamente en Vietnam— permanecen intactos.
De hecho, aunque Treyarch tome el liderazgo en el desarrollo, Kotaku afirma que tanto Raven como Sledgehammer Games —los dos estudios que se estaban encargando— seguirán apoyando el proyecto y transformando el trabajo que ya habían efectuado hasta el momento.
Para Treyarch, este cambio supone ver reducido considerablemente el tiempo del que gozan para desarrollar su nuevo juego, algo que, según Kotaku, no ha gustado en la compañía y ya se están preparando para trabajar grandes cantidades de horas extras como hicieron con Black Ops 4.
Otras fuentes, sin embargo, han destacado que están emocionadas con el cambio, ya que tienen un plan sólido desarrollado para el juego que no creen que tenga que cambiar drásticamente, algo que sí que les sucedió con los dos últimos proyectos en los que trabajaron.